El agua corriente de La Alcaidesa sigue sin ser apta para el consumo humano. El último análisis realizado marca una nueva superación de los valores de trihalometanos en el agua, por lo que se mantiene la prohibición de usarla para beber o la elaboración de alimentos. Así permanece desde el pasado martes 25 de enero, cuando se detectó la primera superación. Sí puede utilizarse sin restricciones para otros usos que no supongan su ingestión, como limpieza e higiene personal.

Según ha explicado este lunes el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Juan Lozano, la situación se mantendrá al menos 6 días más. Cada dos días se realizará un nuevo análisis del agua y esta no será declarada apta para el consumo hasta que no se consigan tres resultados dentro de los valores establecidos como máximos por la legislación para los trihalometanos. Mientras tanto, Aqualia (la empresa suministradora) "seguirá trabajando en la limpieza de las tuberías".

Los trihalometanos (THM) son un compuesto químico que se origina durante el proceso de desinfección del agua, por combinación del cloro con la materia orgánica natural. El valor legal máximo para el total de trihalometanos es de 100 microgramos por cada litro de agua (100 µg/l) y antes de la declaración de no apta para el agua se habían detectado valores comprendidos entre 101 y 126 µg/l. en La Alcaidesa. Por ello, la Junta de Andalucía declaró el agua no apta para consumo.

Lozano ha recordado que en el origen del problema está la situación de sequía por la que pasa la comarca. Argicsa, la empresa de la Mancomunidad, explicó la semana pasada que "dados los altos niveles de materia orgánica del agua bruta que llega de los embalses en la actual situación de sequía es necesario ajustar los niveles de cloro y del resto de los reactivos que se emplean para la potabilización del agua en las estaciones de tratamiento para eliminarla". Alcaidesa "es una urbanización con una infraestructura diseñada para una alta ocupación estacional, en esta época la ocupación es baja, y en esta situación el agua puede quedar estancada en algunos puntos de la red, provocando una actuación continua y permanente del cloro que incremente los niveles de THM. Esta es la razón más probable de por qué se han superado los límites legales". 

Un exceso que, según destaca el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, "fue mínimo", pero que se enmarca en una normativa europea de calidad del agua que "es de las más exigentes del mundo". Ruiz Boix aseguró que el Ayuntamiento está "preocupado" por la situación pero esperó que el suministro se normalice "cuanto antes".

La Mancomunidad va a convocar la próxima semana una reunión de la Mesa de la Sequía ante una situación de escasez de agua para la que la Junta, como administración competente, "debe tomar medidas". En este sentido, Lozano instó a buscar nuevas tomas de agua, ejecutar las obras pendientes en el río Guadiaro e "invertir en agua regenerada".