En Campamento

El jurado declara culpable al acusado del asesinato en un bazar chino

  • Le atribuye un delito de asesinato mediando precio, otro en grado de tentativa y robo con violencia

  • No se ha podido identificar a la persona que habría encargado la muerte

El bazar de Campamento minutos después de ocurrir los hechos.

El bazar de Campamento minutos después de ocurrir los hechos. / Andrés Carrasco

El 27 de junio de 2016 el polígono industrial de Campamento iniciaba el día conmocionado: un supuesto ladrón había matado a puñaladas al dependiente del Bazar Super Cien y había herido gravemente a otra dependienta, ambos de nacionalidad china. El autor de los hechos fue detenido y ayer un jurado popular confirmaba su culpabilidad: los hechos que le atribuye constituirían un delito de asesinato mediando precio, otro en grado de tentativa y un robo con violencia.

El juicio se ha venido celebrando esta semana en la sección algecireña de la Audiencia Provincial de Cádiz. En el banquillo se sentaba G. A. L., que había sido detenido días después de los hechos en el barrio Benítez de Ceuta, en la puerta de su domicilio. Para él, el fiscal pedía 35 años de cárcel por los hechos.

Según relató la Fiscalía, ese 27 de junio a las 9:37 el acusado, domiciliado en Ceuta y de nacionalidad española, preguntó a la mujer dónde podía encontrar maquinillas de afeitar y se dirigió a la zona que le indicó. Allí se acercó el hombre y el procesado le preguntó por productos de ferretería para llevárselo a un lugar más apartado.

Entonces, aprovechando que ambos estaban solos, “movido por el ánimo de acabar con su vida”, le asestó 21 puñaladas con un cuchillo de 20 centímetros en varias partes del cuerpo, incluidos órganos vitales como el pulmón, el hígado, los riñones o el corazón. El hombre “no tuvo capacidad alguna de reaccionar ante lo inesperado del ataque y la imposibilidad de huir a causa de su incapacidad física”.

Las puñaladas causaron al trabajador del bazar muerte por shock hipovolémico posthemorrágico por esas 21 heridas, de una profundidad de entre 8 y 10 centímetros. La más importante fue la sección del ventrículo izquierdo del corazón. La muerte se produjo entre las 9:50 y las 10:00.

Acto seguido, el acusado se dirigió al mostrador y, sin mediar palabra, “movido por el ánimo de acabar con su vida”, sacó el cuchillo y se lo clavó a la mujer en la parte izquierda del cuello. A continuación, “de una manera fría y calculada”, se puso al lado de la ella y le asestó otra puñalada en la parte derecha del cuello.

La acusación particular retiró los cargos contra un segundo acusado por falta de pruebas

Mientras la mujer se desangraba, el acusado se apoderó de 200 euros de la caja registradora, intentó llevarla a la zona de probadores, donde pretendía asegurarse de que efectivamente moría desangrada. Pero la mujer, después de que el supuesto autor de los hechos cerró las cortinas de los probadores, fingió que estaba muerta. El acusado creía que había fallecido y abandonó el bazar.

La mujer sufrió varias heridas por las dos puñaladas, entre ellas un sutil colapso de la yugular derecha y desgarros que tardaron en curar 155 días, todos impeditivos para el desempeño de su trabajo.

Respondiendo a las preguntas del magistrado presidente, Manuel Gutiérrez Luna, el jurado considera probado que el asesinato se hizo por encargo, pero no se ha podido determinar quién fue la persona que pagó por la muerte. Frente al robo como presunto móvil o que el acusado fuera drogado, como se ha alegado, se contrapone el hecho de que el considerado culpable había estado días antes en el bazar sin comprar nada, acompañado por otra persona. Y el mismo día de los hechos hizo una primera inspección antes de matar al dependiente.

Al juicio llegó un segundo acusado, pero el pasado miércoles la acusación particular retiró los cargos contra él, al no poderse probar su participación en los hechos. El juicio ha sido seguido por un buen número de personas, con bastantes compatriotas del fallecido. La sentencia se formulará en unos días una vez confirmada el acta del jurado.

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