Este pasado fin de semana ha sido negro en El Puerto de Santa María en lo que a agresiones sexuales se refiere. Cuando aún está latente en las calles la indignación de un amplio sector de la sociedad por la excarcelación de los miembros de La manada, el pasado domingo se encadenaron en esta localidad dos presuntas violaciones con un margen de pocas horas.

La primera de las denuncias se producía en la madrugada del sábado al domingo, por parte de una joven de 15 años residente en Sevilla. La chica se encontraba junto a un grupo de amigas en la playa de El Buzo, en la Costa Oeste portuense, disfrutando de la Noche de San Juan cuando, al parecer pasadas las cuatro de la madrugada, se habría producido la agresión sexual con penetración por parte de un joven al que había conocido esa misma noche, integrante de otro de los numerosos grupos que se encontraban esa noche en la playa.

La Policía Nacional investigaba ayer los hechos y tomaba declaración a más una veintena de testigos, para tratar de dar con la identidad y paradero del presunto agresor.

La madre de la joven fue avisada de lo ocurrido por la Policía Nacional, mientras que la joven era trasladada en estado de shock al hospital Santa María del Puerto, donde fue examinada por un forense. La joven presentaba distintos signos de violencia en el cuello, tras haber sido forzada por su agresor, tras no haber accedido ella a mantener relaciones sexuales de forma voluntaria.

Durante la Noche de San Juan fueron numerosos los grupos que acudieron a las playas de la Costa Oeste como El Buzo o Las Redes, la mayoría de ellos integrados por menores de edad y casi todos cargados con alcohol para hacer botellones.

La segunda agresión sexual se registraba el mismo domingo, siendo en este caso la víctima un joven de 17 años.

En este caso la Policía Nacional sí ha detenido al supuesto agresor, un hombre de 54 años y residente en la portuense Ribera del Marisco. Al parecer el hombre habría contactado con la víctima a través de una aplicación informática, seguramente utilizando una identidad falsa. Según ha trascendido, el agresor le habría pagado incluso un taxi a la víctima, facilitándole así la llegada a su domicilio.

Cuando el joven ya se encontraba en el interior de la vivienda, y seguramente tras comprobar que la identidad de esta persona no era la que él creía, el presunto agresor forzó a la víctima a mantener relaciones sexuales

Fue una llamada de algún vecino la que alertó a la Policía de lo que estaba ocurriendo, tras escucharse gritos en el bloque de viviendas. La víctima presentaba algunas heridas y el hombre de 54 años fue detenido por los agentes en su propia vivienda.