No es lo mismo que gane Macron o que gane Le Pen. Ni para los europeos en general, ni para los españoles en particular. Hay elecciones fuera de nuestras fronteras que tienen repercusión nacional directa. Como las de hoy en Francia o las de Estados Unidos; siempre dan ganas de votar en las norteamericanas. Con el inquilino o inquilina del Elíseo pasa algo parecido; nos afecta su posición en materia de seguridad, energía, tipos de interés, deuda mancomunada, inmigración, defensa, agricultura, libertades civiles...

La iniciativa de fundar lo que hoy conocemos como Unión Europea partió de Francia como propuesta concreta a Alemania. Esta sociedad franco alemana ha sido desde el impulso fundacional de 1950 el pilar sobre el que se ha construido la Europa unida que ahora tiene 27 socios. Si gana Macron, como es previsible, hay garantías de que entrará en funciones una nueva pareja germano francesa, la Scholz-Macron, como motor de la UE. Sustituirá a otras legendarias como la que iniciaron Adenauer y De Gaulle con el Tratado del Elíseo de 1963, o la de Giscard y Schmidt en los 70 dando nombre oficial al eje franco alemán, o la de Kohl y Mitterrand que condujo a la reunificación alemana y al Tratado de Maastricht. Para Macron la UE es esencial, para Le Pen es un recurso.

Macron reconoce compartida la soberanía nacional y europea. Por ejemplo, destaca a la UE como el primer productor y exportador del mundo en vacunas contra el Covid. Y del mismo modo calibra en términos europeos la solidaridad, defensa, energía, tecnología o agricultura. Mientras, Le Pen cree en una alianza continental de naciones en la que no hay soberanía europea porque en su opinión no existe el pueblo europeo. Insiste en la preferencia francesa en el empleo, ante todo tipo de inmigrantes. Disfraza de laicidad sus propuestas antiislámicas y no considera a Francia un país continental sino una potencia mundial. Macron es muy crítico con Putin; Le Pen critica la agresión a Ucrania, pero no lo hizo con la anexión de Crimea y admite que ha estado financiada por bancos rusos cercanos al jefe del Kremlin. Afirma que es una mujer independiente a pesar de esta deuda no pagada, pero es contraria al bloqueo de las importaciones de gas y petróleo rusos.

En el plano nacional, la victoria contra el terrorismo de ETA se produjo gracias a la colaboración intensa de las fuerzas de seguridad galas. La conexión energética con Francia, imprescindible para importar y exportar gas o electricidad, es vital para España. En materia de defensa, Francia es el único socio de la UE que tiene armas nucleares y el más firme partidario de una defensa autónoma europea. Es también el primer beneficiario de la PAC y España la segunda; van juntas en la protección de esta política europea. En manos de Le Pen, alejada de las democracias liberales y cercana a regímenes autoritarios dentro y fuera de la UE sería una mala noticia y un mal ejemplo. Un riesgo.

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