Un reparto desigual de los Presupuestos

LAS cifras concretas de los Presupuestos Generales del Estado para 2010, desveladas ayer por el Ministerio de Economía y Hacienda, sólo pueden ahondar el pesimismo y el escepticismo que abunda en el Campo de Gibraltar respecto a cómo se reparte el dinero que el Gobierno destina a la provincia de Cádiz, especialmente en cuanto a las infraestructuras se refiere. Las grandes apuestas en esta materia que espera hace lustros la comarca vuelven a quedarse a medias. Las mejoras en la línea ferroviaria a Bobadilla cuentan con 12,7 millones, además de otros diez para la conexión al puerto. Sin embargo, la autovía entre Algeciras y Vejer -un promesa incumplida durante decenios- tendrá 10.000 euros de presupuesto; idéntica raquítica cantidad que recibe la variante de la A-7 entre San Roque y Algeciras. Las inversiones en el puerto de Algeciras, que rondan los 140 millones, y las ayudas a las empresas que apuesten por la reindustrialización, 40 millones, salvan un poco la cara. En total, la comarca va a recibir unos 240 millones de euros en inversión. Esa realidad contrasta con la de otras zonas de la provincia. Baste como ejemplo que con sólo dos proyectos la Bahía de Cádiz superará el total de la comarca. El nuevo puente de acceso a la capital recibirá 174 millones y el acondicionamiento de la vía que permitirá que llegue el AVE para 2012 , otros 78. No defendemos que no se invierta en esos proyectos. Antes al contrario, asumimos que así sea, pero reclamamos un reparto más equitativo en la provincia, especialmente en lo referente a infraestructura viaria y ferroviaria. La vía férrea debe ser una prioridad andaluza, como ha manifestado el propio Ejecutivo autonómico. El corredor de alta capacidad de la costa es vital y sigue sin concretarse. No es ningún consuelo que el puerto sí reciba dinero. Es lo lógico y lo justo, porque es el primero del sistema portuario español. Pero eso no puede lastrar ni a la población campogibraltareña ni al propio puerto, que necesita para su desarrollo un ferrocarril del siglo XXI y mejores comunicaciones por carretera. No confiamos en que el trámite de las enmiendas al Proyecto de Ley de Presupuestos palíe este sempiterno olvido, aunque es una opotunidad para impedir que 2010 sea otro año para seguir esperando que se cumplan promesas añejas.