Ratonera

22 de julio 2025 - 03:06

Llegada a la conclusión hace tiempo que dos fenómenos físicos podían llevarme a la enajenación, el ruido y el calor, acabo de notar que si se suma la claustrofobia mental y la real, logro la cuadratura del círculo.

Del tema que trato hoy, mucho se ha escrito y se habla en los círculos cotidianos, esos que nos acogen a todos los que lo padecemos; incluso en alguna otra columna ya lo traté, pero ahora ya no tiene análisis y lo único que podemos pasar es a la acción.

La comarca del Campo de Gibraltar se ha convertido en una ratonera, que nos hace movernos en pasos atrás y delante o diagonal, pero aquí no hay posibilidad de ganar; siempre se pierde. La autovía A-7 ya nació hace unos cuarenta años. Los que fuimos testigos del milagro de no encontrarnos con un coche de frente al adelantar, también pensamos que se habían quedado cortos, y que no existían caminos comarcales, o vías de servicio que nos pudiesen servir en una urgencia como caminos alternativos.

Lo que no era una idea nada atrevida ni diastólica está ya aquí. Las obras en algún punto eternas, el paso obligado por nuestras carreteras para llegar a la conurbación, que ya dije que actuaba como una metrópoli mediana, han convertido, sobre todo, el eje este-oeste en una trampa. Nos atrapa a aquellas y aquellos que pretenden llegar a una consulta; al trabajo; a un evento familiar; a una actividad presencial, en un agónico esperar tras un coche, autobús, moto e incluso deportivo, en esa procesión interminable que de 8 de la mañana a 10 de la noche, nos mina la moral; porque no hay escapatoria, no hay alternativa para coger tal o cual transporte, ni vías que nos acerquen al lugar destino y nos devuelva al origen. Y no, no crean que mi lenguaje es irónico o invita a la chanza, porque en esta ratonera hay gente muy enferma, citas que sólo se pueden realizar en ese preciso momento, porque la claustrofobia unida al calor nos vuelve violentos, y porque cerca de 300.000 habitantes de derecho y unos cientos más de hecho claman por el arreglo inmediato de esta situación. Aquí no vale “el vuelva usted mañana”, mientras asistimos a vergonzosas acciones de los que tienen delegados nuestros votos, y por eso lo mejor sería que en vez de feria en feria, nos reunamos solo 50.000 personas de las que estamos encerradas y en algún hueco espacio temporal nos plantemos en el mismísimo Parlamento Andaluz y exijamos lo que es nuestro. Paisanos, ciudadanas, esto no es temporal, ha venido para quedarse. Y muchos no lo aguantamos.

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