Puntualidad

A paso ligero

10 de mayo 2025 - 03:08

Hasta hace menos de un año, Renfe devolvía todo el importe de un billete de AVE que llegara con media hora de retraso y la mitad si la demora alcanzaba los quince minutos. La compañía endureció en julio de 2024 estas cláusulas alegando que solo el año anterior había devuelto más de 42 millones de euros en pasajes por los retrasos. Es decir, en lugar de atajarse el problema, se recurrió a un tijeretazo en los derechos de los viajeros.

Igual que ahora, tras el robo de los trocitos de cable, el Ministerio apunta a un sabotaje en lugar de afrontar que las medidas de seguridad del tendido por el que, recordemos, pasan los viajeros a unos 300 kilómetros por hora, han sido del todo ineficaces.

Renfe ha dejado caer la calidad de su servicio con la llegada de la competencia. Y debería haber sido al revés: aprovechar la entrada en el escenario de las nuevas compañías para resultar más atractiva. Viajar desde Málaga o Sevilla a Madrid se ha convertido en pocos meses en un oligopolio en el que los precios son prácticamente parejos entre las tres operadoras. A cambio, las vías están más ocupadas y los retrasos por saturación aumentan. ¿Quién decía aquello de que con la libre competencia los consumidores salían ganando?

En el Campo de Gibraltar ni eso. Con la pandemia, Renfe nos hurtó dos trenes diarios con Madrid que se cayeron de los horarios para nunca volver. A día de hoy, viajar a la capital desde la comarca es menos atractivo que nunca. Los horarios no ayudan y las obras en el horizonte para reformar las vías provocarán nuevos cortes de semanas (si no meses) en el medio plazo haciendo que el desapego hacia el servicio vaya en aumento.

Resulta por tanto más que necesario contar con otra salida ferroviaria, bien sea a Jerez de la Frontera o hacia Málaga. Pero de nuevo la retórica juega en contra de la comarca. El Ministerio que titula Óscar Puente acaba de adjudicar la elaboración de un estudio de viabilidad para prolongar la red desde Málaga hacia Algeciras y Nerja. Pero parece que el tren sólo irá en un sentido, ya que siempre se alude al corredor desde la Costa del Sol y nunca “hacia”.

Tampoco ayuda que el dormido tejido social de la comarca no se haya subido al carro de la reivindicación que sí está perfectamente articulada en Málaga. Porque se dejó pasar la oportunidad de un tranvía comarcal, sin que nadie haya levantado la voz frente a la Junta, y ahora vamos por el mismo camino con el Gobierno central.

Al final, y tiempo al tiempo, el tren únicamente resultará viable hasta Marbella, como mucho hasta Estepona, y evidenciará que la Costa del Sol, por mucho que nos empeñemos, no empieza en Sotogrande. Lamento ser agorero, pero no albergo esperanzas.

stats