La hija de Blas Infante

Mantuvo la memoria de su padre, y no sólo por fidelidad familiar, sino que lo extendió a sus ideas, al legado político

Será recordada como la hija de Blas Infante. Pero María de los Ángeles Infante fue mucho más que eso. Mantuvo la memoria de su padre, y no sólo por una fidelidad familiar, sino que lo extendió a sus ideas, al legado político del andalucismo; y asimismo al respeto a la verdad del ideal andaluz, que a veces se ha intentado manipular desde la extrema derecha y desde sectores radicales de la extrema izquierda. Por eso, considerarla sólo la hija de Blas Infante es injusto. Porque ella ha sido un referente esencial del andalucismo en la Transición y en las primeras décadas del siglo XXI. De modo que la conciencia andaluza no sería igual sin María de los Ángeles Infante.

Esa ha sido su mejor aportación desde la Fundación Blas Infante. No sólo mantener la memoria del padre del andalucismo. No sólo difundir y promover las ideas andalucistas. No sólo salir a defender su pensamiento cuando era manipulado por intereses bastardos, sino también estar pendiente para que no se desvirtuara la realidad.

A Blas Infante hay que leerlo y entenderlo en su tiempo. Eran años difíciles para Andalucía, para España y para la Humanidad. En su tiempo, Andalucía ya era la región más pobre de España, estaba llena de analfabetos y personas que vivían en miserables condiciones. La política española padecía una colisión de frentes, que desembocó en una guerra civil. La política mundial estaba pasando de la primera guerra a la segunda. Fue un tiempo de héroes y villanos.

Era natural que el andalucismo surgiera para apoyar a los pobres y oprimidos, para pedir que los andaluces se levantaran frente a los privilegios de los terratenientes, los oligarcas y los caciques. También para exigir que Andalucía tuviera su estatuto y no se quedara atrás, frente a quienes sólo se lo querían conceder a Cataluña, Euskadi y Galicia por tener una lengua propia. Blas Infante y los andalucistas históricos lucharon por una Andalucía libre de sus cadenas, basada en la cultura y la educación, que mirara al futuro sin olvidar su historia.

Sobre sus ideas y creencias, nadie lo ha explicado mejor que María de los Ángeles. Su asesinato en la guerra civil fue un crimen horrible, como otros, en aquellos años del odio. La hija de Blas Infante luchó por la Andalucía que quería su padre. Y ha muerto después de ver que la Andalucía de hoy sigue teniendo problemas y muchas carencias, pero ha progresado y no es como la de hace un siglo. Su esfuerzo culminó el sueño andaluz del padre que le mataron.

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