Solo para españoles

29 de julio 2025 - 03:05

Aveces, cuando me paseo por la zona del mercado de Algeciras, veo los comercios con letreros en árabe que venden carne halal, especias, vestidos, dulces y también inmobiliarias habitualmente adornadas con medias lunas –símbolo islámico– y que suelen estar atendidas por muchachas con hiyab. Nunca me había parado a pensar de la necesidad de un establecimiento tan específico, hasta que he vivido una situación desagradable.

Se trata de la xenofobia o racismo a la hora de aspirar a un alquiler. La semana pasada un casero que “solo alquila a españoles” puso en duda mi etnicidad como escollo en diversas ocasiones y maneras. A mi novia, quien fue la que contactó al principio, le comentó: “¿Tu pareja es la de foto de perfil? No me suena de San Roque, en fin…”. En persona, las pesquisas estilo Torrente fueron a peor: “No me suena haberte leído en el periódico”; insistencias en saber mi nombre, de dónde eran mis padres y a qué se dedicaban y comentarios del tipo “aquí [en el bloque] no hay moros ni gitanillos” como garantía de “calidad”.

Mis respuestas no debieron gustarle, pues las condiciones para el contrato eran cada vez más difíciles: compensaciones por no sacar beneficios en agosto en concepto de reserva (dinero que no devolvían); dos mensualidades de fianza y el mes de septiembre por adelantado. Una cifra que superaba los 2.000 euros de una sentada con un contrato revisable a los cuatros meses; eso sí, no lo declaraba a Hacienda.

Esta situación, que se dio por mi aspecto y color de piel, me recordó al joven humorista algecireño Lamine Thior y su monólogo critico-social. “Tener esta skin –piel en inglés– complica un poco la situación [del alquiler].Yo por teléfono no sueno a negro, por lo visto”. Desgraciadamente, esto es lo que viven muchos ciudadanos en nuestro país.

En la última revista Almoraima de este año hay un artículo que firma José Ángel Cadelo que resume y sentencia la situación: “La plena integración no puede acontecer cuando 9 de cada 10 jóvenes de origen marroquí (87%) asegura encontrar una especial dificultad para alquilar una vivienda por razón de su nombre islámico. El 83% expone que, por esa misma razón, cuentan con una dificultad añadida para acceder a un puesto de trabajo”.

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