España y Gaza

En varias de mis columnas he criticado la política exterior española que desde mi punto de vista había cometido graves errores impropios de una potencia media con un papel limitado, pero significativo y relevante en la esfera internacional.

Sin embargo, en la columna de hoy querría destacar que la postura española en relación con los ataques crueles e inhumanos de Israel en la franja de Gaza es todo un ejemplo de dignidad y una de las pocas iniciativas en la comunidad internacional valientes frente a las claras violaciones de derecho internacional humanitario cometidas por el gobierno de Netanyahu. Lo hechos atroces de los que estamos siendo testigos merecen una respuesta decidida de la comunidad internacional. Por el contrario, ante el obsceno apoyo de los Estados Unidos de Trump a la comisión de genocidio gran parte de los países se mantiene en un silencio cómplice e incluso apoyo a Israel.

Ridículamente toda oposición al terrible genocidio que se está practicando en Gaza recibe el calificativo de antisemita en una clara perversión maliciosa de su significado. Hace ya algunos meses España reconoció a Palestina como Estado para reforzar la posición de la ONU en el conflicto de Oriente Medio basada en la propuesta de dos Estados. Ahora lidera una iniciativa que pretende la suspensión inmediata del acuerdo de asociación entre la UE e Israel, un embargo en la venta de armamento a Israel y la revisión de la lista nacional y europea de sanciones individuales para incluir a quienes pretenden hacer inviable el Estado palestino mediante la destrucción entera de un pueblo y sus bienes, incluyendo expresamente a Netanyahu y a sus cómplices.

La reunión esta semana en Madrid de una coalición internacional dispuesta a presionar a Israel para romper el bloqueo inhumano a Gaza es una iniciativa que merece ser reconocida. No obstante, las dificultades a la hora de llevar a la práctica las propuestas son enormes y entre los países asistentes hay una gran diversidad de posiciones que dificultará un consenso final. Ante los terribles hechos que suceden en Gaza, España ha optado por una iniciativa digna en la línea correcta de política exterior comprometida y respetuosa con el derecho internacional.