Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
La semana pasada vivimos una desconexión eléctrica en casi toda España de la que aún se desconocen las causas. El lunes 28, sobre las 12:30, corrigiendo en la pizarra digital en clase de Matemáticas, nos quedamos sin luz. Este hecho no creó ningún problema, continuamos con la pizarra tradicional. Sin embargo, una media hora más tarde me transmitían que varios padres deseaban llevarse a sus hijos porque el apagón era en toda España, Portugal y el sur de Francia.
¿Ciberataque? ¿Desorganización? ¿Fallo humano? ¿Fenómeno atmosférico extraño? ¿Error del sistema de generación y transmisión? Los efectos del apagón iban más allá de la electricidad. Afectaba también a las comunicaciones, al tráfico por carretera al dejar de funcionar los semáforos, a los ferrocarriles. El funcionamiento de teléfonos, internet y otros medios de comunicación también se vio afectado. No minimizo los efectos, pero lo que me sorprendió fue la gran preocupación que transmitían muchos, cercanos a la histeria catastrofista, que señalaban el inicio de una posible guerra. Le comenté a mi alumnado que era un buen día para leer; para la lectura solo hace falta un libro, un buen asiento y la luz solar, y para comer, un bocata. En el colegio es prioritario que se sientan cómodos, con seguridad y sin miedos. Ocuparse de los problemas y no bloquearse por la preocupación. Debemos aprender de los errores y buscar soluciones.
La desconexión cerebral puede ser más peligrosa que la eléctrica. Su primer síntoma es la sordera, creerse con la verdad absoluta y no querer escuchar al otro. Por desgracia, al Gobierno y a la oposición se les nota sordera crónica. Esta desconexión puede dar pie a la desconexión mental, que los separará de sus pensamientos, sentimientos, recuerdos e incluso de la propia identidad.
Atender únicamente su propia voz crea la desconexión emocional, que dificulta el reconocimiento y la experimentación de las propias emociones, y por supuesto de las emociones de los demás. Los mensajes políticos ¡claro que tienen una gran carga emocional!, pero cada día se plantean más de forma negativa y provocarán la desconexión social que tiene como resultado la ausencia de interacción con los otros, manifestándose en la soledad y el aislamiento que viven el Gobierno y la oposición entre ellos. Esto puede dar como última consecuencia la falta de apoyo social a la clase política.
No tengo respuestas, pero sí preguntas.
¿No se dan respuestas porque no se encuentra la verdad más apropiada para el Gobierno? ¿El apagón se oscurece con el sabotaje de los trenes AVE? ¿Por qué los máximos responsables son políticos y no técnicos? ¿Cuándo llegan los extraterrestres?
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