El carro de la compra

26 de mayo 2025 - 03:05

No les ha pasado nunca a ustedes que a la hora de ir a la compra se han visto en la necesidad de pensar si lo que están comprando será sano o insano? Pues a mí siempre me asalta esta duda, y digo me asalta porque realmente este planteamiento, llega un momento que me resulta incómodo. Dice en la etiqueta sin conservantes ni colorantes, pero luego lleva una lista de emulgentes interminable, precedidos de una letra y a continuación unos números y resulta que dependiendo de ese número el emulgente en cuestión es bueno o malo. Digo yo que si es malo por qué los fabricantes lo ponen, y por qué sanidad lo admite si es realmente malo. Pues aquí me tienen haciendo la compra y leyendo la letra pequeña de todo lo que echo al carro.

Acabo saturada de lectura y luego salgo con la duda de que si habré leído bien todo o se me habrá colado algo que no es bueno para la salud. Todo eso en cuanto a los alimentos que envasados. Otra historia es cuando me voy a escoger fruta y verdura que no sea bio; me quedo pensando qué productos le habrán echado para que esté reluciente o tenga un determinado tamaño. En fin, que hacer la compra se ha convertido en una dificultad, primero porque debemos de hacer previamente un cursillo para distinguir entre lo que está permitido o no, después porque nuestro tiempo de compra sobrepasa en creces a lo que tardaríamos si pudiéramos echar en nuestro carro los productos sin tener que leer tanta letra pequeña. Y para colmo es muy posible que después acabemos consumiendo magdalenas con aceite de palma, que no es el mejor de los aceites y así nos lo hacen saber las agencias de consumidores. Me pregunto por qué los fabricantes utilizan aquellos productos que son nocivos para la salud. Acaso quieren que enfermemos.

Pues si vivimos en la era de la tecnología parece que no se detectan todas las infracciones que perjudican a la salud y si se detectan no se ponen las sanciones debidas para que no se repitan.

Quizá acabaremos añorando cuando los productos iban directos de la huerta al consumidor y con completa seguridad te comías un tomate o una manzana y además te podías freír un huevo con sabor a huevo y no tenías que leer si era de gallina criada en libertad, con cierta libertad, en gallinero o en gallinero de ciertas dimensiones.

Será cuestión de tiempo que nos acostumbremos a que nos tomen más o menos el pelo en cuestiones alimentarias, así como en otro tipo de cuestiones.

stats