Un cargo inesperado

Hace ya algunas semanas recibí el nombramiento oficial, firmado por la consejera de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Economía Azul, como presidenta del Consejo Andaluz de las Reservas de la Biosfera. La propuesta me había llegado de la mano de la persona que ostenta la secretaría de dicho consejo, anteriormente denominado Comité de las Reservas de la Biosfera de Andalucía, que ha estado funcionando durante diez años. Ambos nos conocíamos hace ya más de un año al estar involucrados en un proyecto alrededor de la RBIM (Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo). Este proyecto nació en el Instituto Cervantes de Tetuán, en septiembre de 2023, junto a mi amigo Eduardo Briones vocal también del consejo. El objetivo del proyecto era acercar la riqueza de este espacio a los estudiantes de ambos lados del Estrecho, y al público en general, a través de un cuaderno de campo que recogiera parte de las especies que conviven en él. A comienzos del 2024 se creó el equipo de trabajo que sistemáticamente se ha estado reuniendo de forma virtual para llevar a buen término el proyecto, ya a punto de acabar.

El consejo, un órgano de participación social, incorpora algunas novedades respecto al comité anterior, adaptándose a la normativa actual de la administración pública. Respecto a su composición, se incorporan como vocales representantes de los siguientes departamentos de la Administración de la Junta de Andalucía: Agricultura, Turismo, Cultura y Eeducación, ya que las competencias de estos se consideran indispensables para cumplir con la función de desarrollo sostenible en estos espacios naturales. Buscando conseguir fórmulas operativas para la gestión de las reservas, se suman al Consejo los representantes de los municipios con territorio incluido en las reservas, de los órganos de participación de estos espacios naturales protegidos, y de distintas organizaciones (sindicales, ecologistas, consumidores y agrarias) además de representantes del Comité Español del Programa MaB de la Unesco. Respecto al funcionamiento, es prioritaria la puesta en marcha de grupos de trabajo que permitan abordar aquellos problemas o temas que así lo requieran y la elaboración de una memoria anual de las reservas que facilite la visualización y el seguimiento de estas.

A lo largo de la vida he dedicado parte de mi tiempo a proyectos relacionados con la educación, la divulgación de la ciencia o el medio ambiente y su conservación. No me arrepiento; todos ellos me han hecho crecer como persona aprendiendo de aquellos con los que los he compartido. Este nuevo cargo me da la oportunidad de seguirlo haciendo con un único objetivo, ayudar a conservar para las generaciones futuras estos espacios que, por su singularidad, ostentan este reconocimiento internacional.