Un capote muy corto

Sería una ofensa no comenzar con la más sincera felicitación a toda la junta de gobierno de la Hermandad de la Oración en el Huerto y especialmente a su Hermano Mayor, Mateo Serrano, por su atrevimiento y capacidad de organización para preparar con tanto cariño y esmero un evento de grandes pretensiones como el celebrado la pasada semana. Concretamente, el I Certamen de Bandas Santísimo Cristo de la Misericordia, un encuentro con cinco conjuntos musicales entre agrupaciones, cornetas y tambores y bandas de música. Una cita que debía marcar un antes y un después en la Algeciras cofrade, por lo innovador de la propuesta nunca antes celebrada, y que tristemente se quedó más en el antes que en el después. Más en la teoría que en la práctica.

Tristemente porque en la hipodermis del tejido cofrade local habita un amplio sector que se pasa los días lamentándose de lo poco y mal que se hacen las cosas, criticando la falta de iniciativa y la pobre agenda de actividades relacionadas con la Semana Santa. Se descubren fácil y suelen vivir detrás de frases como: "Este pueblo ni es cofrade ni es de nada" / "Algeciras es 24 de diciembre, domingo rociero y poco más" / "Mejor irse fuera" / "¿Dónde se esconden los cofrades todo el año?". Precisamente ésa era la cuestión latente el pasado sábado.

Virtud del Huerto y de su Parroquia del Corpus Christi que cuenta con una familia entrañable y grande. Pero, ¿dónde estaban el grueso de hermandades y cofradías de la ciudad? ¿Dónde estaban sus juntas de gobierno? ¿Y los costaleros de afición? ¿Dónde se encontraba esa Algeciras cofrade? Y si se hila fino, dónde la representación del equipo de gobierno local. Algunos dirán que el escenario, el patio de la parroquia, invitaba a pensar que era algo familiar. Sencillamente, es triste ver la falta de hermanamiento entre cofradías y el tibio respaldo de éstas en un universo tan pequeño. A veces este pueblo tiene un capote muy corto.