Confabulario
Manuel Gregorio González
Narcisismo y política
LA calle de Pedro Amigo recibió este nombre en el año 1870, en 1888 y siendo alcalde de esta villa D. Trinidad Fernández Roda, toma el nombre de San Luis a la memoria de San Luis Gonzaga. Con este nombre sigue hasta el año 1931, aunque con la entrada de la Segunda República le ponen de José Nakens, hasta el año 1938, en que recobra otra vez el de San Luis, durante la alcaldía de D. Víctor Méndez Márquez de la Plata.
En cuanto a su primitivo nombre de Pedro Amigo, Francisco Tornay gracias a su tesón, en la recuperación de nuestra historia, de boca de los mayores de nuestro pueblo, pudo saber que era un vecino de Gibraltar afincado en La Línea desde antes del año 1870, que se destacó por sus obras benefactoras para esta población. Hombre emprendedor y promotor de los primeros pinitos industriales y comerciales en esta Villa, y que en reconocimiento de sus grandes méritos el primer Ayuntamiento linense puso su nombre a esta calle.
Según dicen los ancianos del lugar la calle San Luis fue, en el pasado, muy poco transitada por los carruajes en cuya calzada crecían las hierbas, ya que su entrada por la de San Pablo estaba cerrada por un patio de vecinos y solo podían pasar los peatones por un estrecho pasadizo. En el año 1899 solamente había un vecino, que suponemos de categoría viene registrado en un Indicador de Domicilios, se trata de Don. P. Muñoz Zamora. En 1925 solo contaba con 178 vecinos.
La calle San Luis se orienta de Este a Oeste con sus salidas y entradas por la de San Pablo y Clavel y atravesada casi por su centro por la del Teatro. La formación de la calle San Luis fue algo caprichosa, pues según parece esta se inicio desde la calle del Clavel, con los viejos edificios del patio del Loco Lario y los de enfrente, donde estaba la panadería de Morales, hasta el cruce con la calle del Teatro.
Desde aquí comienzan a construirse los otros edificio bastantes separados unos de otros y muy lejos de seguir la línea recta, de esa forma la calle se prolongaba hasta la de San Pablo, donde unas casas bajas que eran de Don Simon Garesse Enríquez, taponaban su comunicación solo posible para las personas, por una especie de pasillo muy estrecho.
Existía también un patio de vecinos propiedad de Don Simon Garesse que tenía un almacén de cereales, aceite, harina, donde estaba el bar Correos, esquina a la calle Aurora. En esta parte la calle San Pablo formaba una rinconada con el estrecho pasillo junto al patio de dos plantas construido en el año 1915 (iniciales M.S.) por un hebreo de Gibraltar llamado Serruya.
La obstrucción de la calle por este lugar continuaba así durante algunos años, hasta que siendo alcalde de La Línea Don José Cayetano Ramírez Galuzo en el año 1920 Don Simón Garesse cedió el patio para demoler y poder abrir al tráfico rodado esta calle de San Luis con la de San Pablo. Don Simón tuvo ese gesto de buen linense, pero jamás recibió recompensa alguna por ello, y menos aun el recuerdo de su noble y generoso proceder con la ciudad.
El almacén de harinas lo estableció en el año 1918 recién venido de la Argentina, el negocio de la harina estuvo funcionando hasta el año 1936, en que se lo vendió a Don José Antonio Bandres cuyos hijos lo tuvieron hasta el año 1969 o 1970. El citado almacén estaba donde en 1973 tenía sus oficinas la compañía de seguros La Hispano Colonial S.A., cuyo nuevo edificio era propiedad de la familia Cereceda.
Según referencia del libro La Línea de la Concepción, cien años de historia. 1870-1970, escrito por Don José de la Vega Rodríguez, oficial mayor letrado del Ayuntamiento: "A través de las actas de la sesiones de la Corporación Municipal, conocemos el establecimiento de industrias de muy diversas naturaleza (16) en la de 29 de Agosto de 1881, se autoriza a don Pedro Amigo, para que instale una fabrica de harinas, movida a vapor, en calle Clavel". Se supone que se instaló la fábrica de harinas entre el viejo edificio del Horno de Morales, y el patio del Cónsul Portugués formando esquina con la calle Clavel.
El edificio mas antiguo de esta calle, era el que existía donde estaba el Horno de Morales, un edificio de dos plantas muy bajito que parecía de juguete. Le seguía el patio de vecinos de enfrente que daba a tres calles, San Luis, Teatro y Clavel, que era conocido por el Patio del Loco Lario (Don Arturo). En una de las casas de este patio que daba a la calle Clavel, estaba el Bar Clavel antiguo café de José Zapata. Le seguía el taller de bicicletas de Francisco Muñoz Díaz, y en la esquina estuvo muchos años la tienda de comestibles de Juan Macías Huerta, que en 1973 continuaba a cargo de su sobrina María Muñoz Díaz.
Otros patios antiguos también lo eran, el conocido por Patio del Cónsul Portugués, en cuya esquina nº. 23 hubo una taberna llamada El Porvenir, Patio de La Gitana, Patio de Manga, edificio de dos plantas que construyo Viales en 1920 y el patio de dos plantas de Serruya (M.S. 1915), en este mismo patio tuvo José Camacho Gutiérrez un taller de carrocería en el año 1917.
En la parte baja del edificio de Morales que ocupaba toda esa acera entre la calle Teatro y Clavel, frente a la tienda de coloniales El Bacalao de Trinitario Ruiz Fernández que databa del año 1908 y en 1973 a cargo de Lorenzo Ruiz Sampera, se encontraba en el año 1917, otro establecimiento de coloniales de Rafael Vallejo, que más tarde adquirió Teodoro y ya en los últimos años antes de reformarse este edificio fue el bar Las Delicias.
En el local donde se encontraba Gráficas Hispana fue ocupado algunos años antes de 1936, por una Capilla y Escuela Protestante, luego sirvió como carpintería y almacén de ataúdes de la funeraria de Don Juan Díaz Escribano, hasta el año 1954 en que se instaló en el local la bodega El Manchego, de Santos Ruiz Arredondo.
En cuanto a los comercios que aun existían en 1973 en la calle San Luis estaban: Fabrica de Pan y Bollería Morales, Bar El Clavel, Comestibles de María Muñoz, Taller de bicicletas de Francisco Muñoz, Gráficas Hispania, Material Eléctrico de Sebastian Cuevas, Fotografía Plus Ultra, y agencia de seguros La Hispano Colonial S.A. establecida en 1957.
Donde estaba el Horno de Morales, ya existía un horno de pan desde hacía muchos años, Don Juan Moreno Isla lo reformó e instalo un nuevo horno, y durante muchos años Don Juan se dedicó a abastecer de pan a la población de La Línea y también a la de Gibraltar en donde el mismo lo repartía con un carro tirado por un burro, esto duró hasta el año 1936 que con motivo de la Guerra Civil se prohibió esta clase de tránsito comercial.
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