En tránsito
Eduardo Jordá
¿Tú también, Bruto?
Aquienes tengan hijos en edad escolar esta escena les sonará bastante. Un domingo cualquiera, sobre las diez de la noche, el niño se acerca a sus padres en pijama y les espeta que necesita una cartulina para entregar el lunes con el esquema de los invertebrados marinos o los ríos de España. Tanto da una asignatura que otra.
El gobierno municipal de Algeciras es como ese niño irresponsable que se pasa el fin de semana jugando a la pelota o a los videojuegos y se acuerda de Santa Bárbara cuando truena. Solo así puede explicarse que el concurso para el alumbrado extraordinario de Navidad esté aún en trámites y le queden, al menos, dos semanas más hasta que se puedan colgar los primeros arcos y guirnaldas en las calles.
La excusa pueril de que los trámites administrativos para contratar el servicio son los que son y deben respetarse a rajatabla no es aceptable. Porque Nochebuena cae el 24 de diciembre desde que el mundo es mundo. Simplemente, el proceso debió ponerse en marcha bastante antes de lo que se ha hecho. No hay que ser como Vigo, que exagera con su alumbrado ya puesto en las calles en agosto, pero tampoco se puede caer en la autocomplacencia, porque el año pasado el alumbrado se encendió el 22 de noviembre y esa tarde no se cabía en la Plaza Alta. Aquello fue un éxito del que se beneficiaron las tiendas con numerosas ventas para las fiestas, las cafeterías en las que no quedaron ni las migas de las milhojas y los taxis que cubrieron numerosas carreras.
Tratar de tapar semejante despropósito con una nota de prensa municipal en la que se titula “Cid garantiza que Algeciras contará con alumbrado extraordinario navideño” es un insulto a la inteligencia y al sentido crítico que se espera de una sociedad exigente con sus gobernantes. Poderes que se prestan cada cuatro años y que lo mismo que se conceden, se retiran.
Y no es la primera vez. En la pasada Feria Real, los empresarios de las casetas estaban desesperados en la tarde del viernes de farolillos. Tenían las neveras llenas de bebidas, mariscos y carnes pero no se había terminado de contratar ni instalar el suministro eléctrico.
Gracias a esta gestión, Algeciras aspirará a lucir su alumbrado menos tiempo que los municipios del entorno pero el contrato se pagará íntegro. “Haberlo pedido antes”. La respuesta bien podría ser de Ximénez o del padre del niño olvidadizo.
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