Con el España-Georgia de hoy en Valladolid se respirará a fondo en gran parte de nuestro fútbol y sólo cabe rezar porque no haya más lesiones. Claro que hasta el miércoles seguirá el suspense por la participación de los nuestros con sus respectivos países. El Virus FIFA está haciendo estropicios en nuestros clubes, que ven cómo sus futbolistas, tan bien pagados, corren demasiados riesgos por el número de partidos que juegan las selecciones.

Se está succionando demasiado las ubres de la vaca con una desmesura inadmisible partidos con una sobredosis de riesgos que llenan las enfermerías. El más perjudicado en esta ocasión es el Real Madrid, por lo que bien puede ser que propicie una mesura más lógica de futuro. Lógico el riesgo en el plantel madridista, ya que es el club que habitualmente cede más futbolistas a sus selecciones, excepción hecha de la española, en que son habas contadas los madridistas.

Pero convendría que se pusiera pies en pared para que los clubes no estén con las carnes abiertas una vez al mes. Las lesiones han aumentado con proliferación de músculos que se rompen por la carga de trabajo que soportan. Y aunque esté establecido un sistema de indemnizaciones, lo que cada club desea es contar con la figura de turno. La procedencia de esa aportación la convierte en un dinero amargo que no compensa la ausencia de jugadores generalmente básicos.

Y esta noche culmina España este último parón liguero con una cita que debe tener carácter de trámite y que resolverá la clasificación con derecho a ser cabeza de grupo en la próxima Eurocopa. ¿Seguirá De la Fuente haciendo probaturas? La lesión de Oyarzábal ha sido, de momento tan sólo, el peaje que en forma de lesión suele originar este volumen de partidos. Y lo que nos espera de futuro es peor, ya que se pretende aumentar el número de equipos. Vivir para ver.