Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Ultramar
Tierra de palabras
El elemento tierra es el que representa todo lo que es sólido; no solo la tierra bajo los pies sino toda sustancia material, también la carne y los huesos del cuerpo. La tierra simboliza el principio maternal, la matriz original. Es el lugar de donde procedemos, nuestras raíces y nuestro origen.
Las propiedades esenciales del elemento tierra son la gravedad y la solidez. La gravedad que empuja tu cuerpo hacia la tierra mientras que la solidez te sostiene en ella.
Los chakras, porque no solo es materia lo que nos habita, coordinan la energía de todo nuestro organismo; reciben, asimilan y transmiten la energía vital. Muladhara, nombre sánscrito del primer chakra, significa soporte raíz o base. Está ubicado alrededor de la base de la columna. Su elemento es la tierra. Nuestras raíces necesitan estar sujetas a la tierra para poder encontrar la estabilidad necesaria, el arraigo, la solidez y la firmeza. Así que este centro de energía te ayuda a hallar tu camino en la vida, a erguirte, a echar raíces y a alimentarte física y espiritualmente. Es el hogar, ese primer entorno en el que comenzamos a crear la solidez de nuestra salud mental y emocional; el entorno donde es de vital importancia que no se nos nieguen las necesidades básicas de supervivencia: alimento, vestido, vivienda, calor humano, sanidad, contacto físico… reivindicando nuestro derecho a tener.
Cuando este centro energético está cerrado la mayor parte de la vitalidad quedará bloqueada y carecerá del poder que nos transmite lo físico; creceremos sin echar raíces, faltos de fundamento y estabilidad.
Nuestro primer hogar es la Madre Tierra y es necesario honrar esta grandiosa morada. Todo lo que le suceda en una de sus partes, como el efecto mariposa, repercutirá en cualquier otra de ellas sea cual sea la distancia. Es imparable su fortaleza por mucho que creamos que podemos doblegarla.
En La Palma estos días las lenguas de lava sepultaron raíces haciendo tambalearse el arraigo, la solidez y la firmeza de muchos, muchísimos, de sus habitantes, y eso hizo tambalearse la de todo el resto del planeta.Lo que la lava engulló murió para nacer de nuevo. Hogares que quedaron sepultados poniendo a prueba la salud emocional de los que los habitaban. Desapareció el paisaje convirtiéndose en zona cero.
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