Protesto

10 de noviembre 2023 - 00:30

La protesta es un derecho pero no todas son iguales; cuando se ejerce por conseguir un bien común, que no daña a otros, aunque no haya acuerdo es legítima... con la Ley; en cambio, cuando se reclama por imponer ideas, cuando la consecuencia no es restablecer una equidad sino vencer frente a otros: no hay legitimidad, aunque los medios coincidan. La protesta es territorio de las ideas de progreso, por definición, el conservadurismo no suele protestar sino defender la inmovilidad frente al cambio (nótese el matiz).

Nadie concluya nada, la derecha puede protestar, faltaría más, pero no defender. En una protesta, se pelea contra el Estado y el propio Estado dirime; en una defensa, el enemigo es el otro y se reclama la intervención del Estado para ganar, la antesala de un golpe. El ataque a los medios de comunicación, falibles e interesados todos, el asedio a las sedes del PSOE, el hecho de que algunos sectores de la ciudadanía puedan sentir inquietud por señalarse, nos sitúa a un calvo o a un Sotelo de encender la traca.

Entiendo que una amnistía se pueda negociar con los independentistas catalanes para una investidura en busca de un Gobierno que, lejos del nacionalismo huero hispánico, permita restañar fisuras y encauzar en los parlamentos el fondo, salvando la situación de miles de encausados. Pero los dirigentes políticos no pueden ser amnistiados porque sus delitos son gravísimos, porque bajo su responsabilidad y con el poder pudieron provocar un baño de sangre, Puigdemont y Cía. no deben poder repetirlo.

¿No está actuando exactamente igual el PPOX? La invitación continuada a “perseguir”, a “defenderse”, a “luchar”, a tomar las calles contra el “traidor destructor de España”, con esos tipos rodeados de neonazis, franquistas, falangistas, fascistas, carlistas y violencia callejera que llaman “golpista” a Pedro Sánchez en el colmo de la demagogia ultrarreaccionaria, con un VOX autoerigiéndose en defensor de la totalidad (totalitarios) y quejándose de una policía que les pega cuando ¡debería defenderlos y desobedecer al Gobierno!, ese PP que termina condenando renuente y culpando no a los delincuentes sino al Gobierno ¿puede ser más...? Iba a decir “batasuno”, como ellos, pero no lo hago porque no es mi estilo.

Política es diálogo, interpretación de la Ley, sometimiento a los poderes del Estado, procedimiento... sin confianza en ello, aunque no nos guste lo que hacen otros: la democracia ha muerto. Sánchez se está equivocando, creo, pero está en su derecho, ya lo pagará, el sistema tiene sus defensas. La derecha española, arrastrada sobre la mierda por la ultraderecha eclosionada de sus filas, lejos de vacunarse parece gustarse en el ultramontanismo que convirtió a la Península en récord de fosas... si empieza a estar orgullosa de ello: huyamos.

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