Crónica Personal

Penoso final de Cs

A la política hay que llegar con una mínima experiencia y, sobre todo, con ganas de pelear

No es el primer partido en dificultades, hasta el punto de que puede desaparecer de la escena política. Ciudadanos no se encuentra en la mejor de las perspectivas, pero además no ha sabido pelear. Parece que el esfuerzo lo han dedicado a hacer lo imposible para enterrarse cada vez más en el hoyo.

El último capítulo, con Begoña Villacís proclamada candidata al ayuntamiento de Madrid sin que haber conseguido los avales a los que obligan los estatutos. Tuvo más que el resto que se presentaron a las primarias, pero sin avales tendría que haberse buscado una salida más honrosa para que los que todavía quieren votar a Ciudadanos.

Villacís era clave en el partido, por eso Arrimadas le encargó la organización de la asamblea de la que tenía que salir un Cs renovado. Aquello no acabó bien. Con el agravante de que la nueva dirección ni tiene gancho, ni cuenta con la fuerza y experiencia suficientes. Villacís, que lo vio venir, intentó acercarse al PP, que lleva semanas insistiendo en sus famosas "puertas abiertas", lo que ya debería reconsiderarlo porque no despierta simpatía nadie que se beneficie del mal ajeno. Ya se veía Villacís formando parte de la lista de Martínez Almeida, pero se cruzó Ayuso en su camino, lo que debió prever porque sabía que Ayuso no perdona la traición de Ciudadanos. Cuando Villacís vio que se complicaba la cosa declaró que no tenía intención de formar parte de ninguna lista del PP, después de tres días diciendo lo contrario.

Arrimadas, su amiga y principal valedora, ha asistido en un digno silencio ante un Bal que la cuestionaba como presidenta y una Villacís amagando con incorporarse a una lista del PP. Como remate, el partido la ha designado candidata al ayuntamiento madrileño sin los avales necesarios. Penoso final para un Cs que provocó tantas expectativas, que tuvo importante presencia en el Congreso de los Diputados, ha formado parte de equipos de gobierno regionales y municipales gracias a pactos con otros partidos, y que ha fallado en algo fundamental: la falta de entidad de algunos de sus dirigentes.

A la política hay que llegar con una mínima experiencia y, sobre todo, con ganas de pelear. Pelear por formar un buen equipo, ser leal al partido y a sus principios y cumplir los compromisos por los que recibieron el voto ciudadano. En Ciudadanos ha faltado casi todo. Empezando por un liderazgo sólido -Rivera dejó plantado al partido cuando fue castigada en las urnas-, y siguiendo por la detestable imagen de sálvese quien pueda que protagonizaron varios de sus personajes.

Begoña Villacís tenía un gran cartel en Ciudadanos. Hoy, es difícil que sea premiada con votos.

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