Oreo y Kinder

Ni los yotubers, ni los tiktokers. Me pone triste que los marcadores de tendencias no hayan descubierto las huevas

Ultimamente vas a una pastelería o una heladería y te encuentras con estos dos por todos lados. En las vitrinas de los helados no falta nunca el de galletas Oreo, la versión americana de la galleta shangüi que nos comíamos de chicos, y la de Kinder, la bola con sabor al chocolate ese que envuelve los huevos sorpresa. Afortunadamente no suelen incluir el huevo de plástico.

El virus Oreo y Kinder, que es como lo del cangrejo azul pero en versión azucarada, afecta también a lo que es la dulcería, sobre todo a la de gran tamaño. Así, una ingenua palmera, de esas hojaldradas que te hacen crujir el paladar, va por lo alto con un pegotón de alguno de estos dos sabores. Soy partidario de la libertad en materia de relleno de palmeras, pero también soy defensor, al igual que con las croquetas, del clasicismo. Igual que me pasa con la croqueta de carabineros, ahora de moda, que no la termino de ver, me pasa con las palmeras estas recubiertas de estos dos productos, que, para mi gusto, empalagan una barbaridad.

Las tartas también se han visto bastante afectadas y te las ves con las galletas puestas por lo alto o con los trozos de chocolate.

A mí me gustaría que en vez del Oreo y el Kinder los marcadores de tendencias le dieran por las huevas. ¿Te imaginas una palmera de hojaldre coronada con huevas y un florón por lo alto de mayonesa Ybarra, olé, olé? ¿No te pone un helado de huevas de bacalao aunque por encima lleve unas huevas de lumpo para darle colorido?

Me pone triste que los marcadores de tendencias nunca hayan descubierto las huevas. No se ve a los youtubers, los tiktokers o los chichistokers en general promocionar lo que es la hueva. Habrá que llevarles algún día a probar las que hace Juan Carlos Borrell en La Sorpresa con la ova del atún, las que he disfrutado fritas en algún bar de Sanlúcar o las que usan como relleno de calamares en el restaurante Calamar de Jerez, una obra de arte en lo que a huevística marina se refiere.

¿Por qué las huevas no son tendencia? Habría que preguntarse. Hay que promocionar las huevas, ya sean de merluza o de bacalao, proclamar por las plazas las virtudes de la hueva de atún y hacer libros y libros sobre cómo están de buenas las huevas de caballa a la plancha, con un poquito de ajo y perejil por lo alto… Como uno le quiera poner crema de Oreo, lo oreo allí mismo.

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