En estos tiempos políticamente convulsos, con guerras espantosas en varios lugares del mundo, y con un panorama en España de permanente crispación y reproches, me gustaría hablarles de una iniciativa, que no se si todos conocen y que me parece enormemente positiva. Me refiero a la Oficina C, Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso, ideada en su día por Ana Pastor. Su misión, conectar el Congreso de los diputados con la Ciencia y la Tecnología.

En noviembre de 2022, coincidiendo con la Semana de la Ciencia y la Tecnología en España, y de la mano de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), ven la luz los primeros informes elaborados por este organismo. Según palabras de la entonces presidenta del Congreso, Meritxell Batet, “una iniciativa de enorme valor para el Parlamento ya que va a permitir aunar ciencia y política en beneficio de todos”. En un principio, fueron 17 los temas propuestos para estos informes agrupados en cuatro grandes áreas: cambio climático y energía, biomedicina y salud, soluciones biológicas para grandes retos y sociedad digital. En febrero de 2022, la mesa del Congreso eligió cuatro de ellos: los avances en el tratamiento del cáncer, hidrógeno verde, inteligencia artificial y salud y ciberseguridad.

Actualmente, los llamados informes C, además de los citados anteriormente, publicados en noviembre de 2022, incluyen los publicados el pasado diciembre: Desinformación en la era digital; Envejecimiento y bienestar; Calidad del aire: avances y mejores prácticas; Incendios forestales y restauración de zonas quemadas; Avances en enfermedades neurodegenerativas y Avances en neurociencia, aplicaciones e implicaciones éticas. Todos los informes pueden consultarse en la web de la Oficina C, siendo por tanto accesibles para toda la ciudadanía. La labor de la Oficina C implica también la organización de actividades que permitan conectar a la comunidad científica, con los diputados y la sociedad.

Por tanto, los informes C recogen la evidencia científica sobre temas de interés para el Parlamento, lo que permite la toma de decisiones de manera fundamentada. Según palabras de Ana Elorza, coordinadora científica de FECYT, “estos informes no dan recomendaciones, sino que aportan la evidencia necesaria para poder trabajar y pensar las políticas adecuadas en cada caso”.

Es mucha la información que la Ciencia aporta de manera continua, de forma multidisciplinar y sobre temas complejos y en constante evolución. Por tanto, qué importante es que nuestros políticos puedan tener acceso a información especializada que contextualice temas de interés general, que puedan beneficiarnos a todos. Ya conocen mi lema: Sin Ciencia, no hay futuro.