El profesor Pérez de Vargas califica como patética la genuflexión del presidente Sánchez ante la tumba del rey sátrapa Hassan II, en la reciente Reunión de Alto Nivel celebrada en Marruecos. Desde luego que es un sólo gesto, pero lo que preocupa es si esa postración es solo una trágala diplomática, o algo más allá. Y parece lo segundo, una muestra más del inexplicable sometimiento de nuestro gobierno al vecino.

Mucho se especuló sobre la intromisión del servicio de espionaje marroquí en el teléfono móvil del presidente y varios de sus ministros, y su relación con el giro copernicano de España, en relación al Sahara, tomado unilateral y personalmente por Pedro Sánchez, sin consulta al Congreso. A ello se le unen otras concesiones millonarias a favor de Marruecos, que se han concedido en materia de infraestructuras, inmigración o dotaciones policiales. Que tenga cuidado la oposición con sus móviles, en este año electoral.

Pero se está dando ahora a conocer otra ventaja que ha conseguido Marruecos, que más allá de las declaraciones y lo simbólico, está siendo sufragada directamente por el bolsillo de los españoles, cuando pagan sus facturas de electricidad.

Así, habrán visto en las mismas que se incluye el coste de tope del precio del gas. Con tales euros, los consumidores ayudamos a las centrales generadoras eléctricas de nuestro país, a soportar el déficit que les provoca que no puedan repercutir el precio del gas que compran, a la hora de vender electricidad a las suministradoras, ya que está topado. Más o menos, si se produce el megavatio a 250 euros y se vende máximo a 150, el déficit lo paga el ciudadano vía factura.

Pero resulta que tales compensaciones las pagamos solo los españoles, y en cambio la electricidad que generan las centrales nacionales que es vendida a un precio más barato, no solo es comprada los españoles, sino también por Marruecos.

Y por supuesto, dicho país no paga tal compensación a las térmicas, asumida íntegramente por los españolitos de a pie. Millones de euros cada mes. Es cierto que pasa lo mismo con Francia, pero al menos, dicho país nos compensa con las llamadas rentas de congestión, lo cual no exigimos a Marruecos, ni por supuesto paga este país.

Así a nuestro vecino le cuesta más barato comprar electricidad subvencionada en nuestro país, que generarla en su territorio, y ello gracias a que tal precio menor, es soportado por lo que españoles pagamos a las centrales vía RDL 10/2022. No tiene sentido que el gobierno le aplique tal precio topado a Marruecos, pero así ocurre. Y eso no es un gesto, sino que nos cuesta el dinero a todos. Esto si que es patético.