Ceguera municipal

No se puede explicar, ni nada se ha justificado, por qué aún no se ha presentado el presupuesto de Algeciras de 2023

La Junta de Gobierno Local es el órgano que asiste al alcalde en la dirección política y administrativa del municipio, tomando decisiones de índole ejecutivo y económico cuando proceda. En la ciudad de Algeciras, entre otras cuestiones, acuerda la concesión de subvenciones, incluyendo las que solicitan los empleados municipales en virtud del convenio colectivo de aplicación.

En las últimas juntas de gobierno local celebradas, se aprobaron una cascada de ayudas a funcionarios y no funcionarios para la adquisición de gafas graduadas. Los mismos las pueden solicitar cada dos años y el montante de la ayuda puede alcanzar hasta los 360 euros. Sin ir mas lejos hace unos días se propuso por la Comisión de Hacienda que se concediera tal ayuda a nueve empleados municipales. Puede ser solicitada incluso por el personal de confianza político, designado por decreto de alcaldía.

Igualmente, en el mismo convenio colectivo se establece que se pueda conceder ayuda de hasta 1.500 euros para la adquisición de prótesis (también dentales), audífonos, fajas ortopédicas, plantillas y demás prestaciones análogas.

Desde luego hay que quitarse el sombrero con la representación sindical del Ayuntamiento por obtener tales beneficios para el trabajador, independientes a su nómina y como indemnización por el coste físico que padecen por servir al municipio y a los ciudadanos. Es lógico, si se trabaja frente a una pantalla y se justifica que ello ha producido el desgaste visual. Más allá de eso, y en otros casos como con las prótesis dentales por ejemplo, ya tendría que ser objeto de estudio hasta qué punto ha de ser afrontado por las arcas municipales, si no se quiere caer en el abuso.

Y evitar tal uso indebido de la ayuda pactada es una cuestión que atañe al gobierno local. Quizá en tal aspecto si que se sufra un poco de ceguera municipal, y se carezca de la debida transparencia y claridad que ofrecen unas buenas gafas graduadas. Pero ello no solo sucede en este particular apartado de subvenciones y ayudas, sino en casi todo lo tocante a lo económico. No se puede explicar, ni nada se ha justificado, por qué aún no se ha presentado el presupuesto municipal de 2023, que debió comenzar a tramitarse en octubre de 2022, y aprobado antes de final de ese año. No se puede entender la tardanza y menos aún con la cómoda mayoría absoluta de la que disfruta el equipo de gobierno, que le garantiza la aprobación de las cuentas. Pero a día de hoy siguen sin presentarse y están prorrogadas las del ejercicio 22. Los ciudadanos seguimos a ciegas; para nosotros no hay gafas.

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