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La periodista Pilar Eyre reconoce que se "ha abierto en canal" para escribir su obra finalista

La periodista narra un episodio romántico real "para poder probar de mi propia medicina"

Pilar Eyre, ayer.
C. Mínguez (Efe) Barcelona

17 de octubre 2014 - 05:00

Acostumbrada a contar las intimidades de los famosos en prensa, radio y televisión, la periodista Pilar Eyre ha querido probar voluntariamente su "misma medicina" y se ha "abierto en canal" en Mi color favorito es verte, la novela con la que se proclamó finalista del Premio Planeta en la noche del miércoles. El resultado de ese desnudo integral, por dentro y por fuera, le ha dejado a Pilar Eyre más que satisfecha, "muy, muy satisfecha", por el reconocimiento público que supone recibir tan importante premio, que no duda en calificar como "el momento cumbre" de su carrera como periodista y escritora. Pero también porque cree que su novela, asegura, puede ser de gran utilidad para las mujeres en general y "para las de mi edad" en particular. Una edad que, seguro por coquetería, no concreta.

"Quiero que sepan que, como yo, a estas alturas de la vida pueden tener la misma oportunidad de vivir una historia de amor tan apasionado como el mío", dice la autora de esta novela autobiográfica en la que, reconoce, se ríe de sí misma, entre otras muchas cosas. "De mis temores, deseos y miedos, de mis ansias,...". Mi color favorito es verte, presentada con el título ficticio de Se llamaba Sébastien, por una tal Coral Teide, cuenta la historia "más importante y potente" en la vida de Pilar Eyre.

Una historia que comienza cuando conoce por casualidad en una cena con amigos, hace un año y dos meses, a Sébastien, un corresponsal de guerra francés con quien compartió, en apenas tres días, "una relación muy intensa". Nada más verse, relata Pilar Eyre, el "flechazo fue instantáneo. Nos enamoramos y vivimos tres días apasionados como pocas veces se pueden dar a lo largo de una existencia". Un amor que continuó después de que el reportero "freelance" viajara a Siria en los días más cruentos de la guerra.

"Soy fruto de una edad, de una generación, de una Barcelona que ya no existe", decía Pilar Eyre de madrugada tras convertirse en finalista del Planeta, cuyo premio principal fue a parar al periodista y escritor mexicano Jorge Zepeda. Es muy pronto, comenta con una sonrisa socarrona, para decidir en qué se va a gastar los cien mil euros con los que está dotado el finalista del Planeta, pero al instante no descarta un viaje a Dubai, la ciudad que más le gusta del mundo. "Me gustaría -dice- vivir allí. Entre otras cosas, porque todo es nuevo", bromeó.

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