Las huellas de José Román

José Román (Algeciras, 1871-Madrid, 1957) es uno de los mayores artistas que ha dado Algeciras en su historia. Tras fracasar el proyecto del museo que iba a llevar su nombre y contener su legado, tal colección de obras aguarda un lugar en el que poder exponerse. Por otra parte, del Román imaginero sobreviven cuatro piezas en la ciudad. Al margen de esta producción, existe un José Román al alcance de cualquiera sólo con dar un paseo por la localidad. Es un recorrido por las obras al aire libre del artista que se pueden hallar en el municipio. Sus huellas en su ciudad natal.

No son muchas, cuatro en total y dos de ellas relacionadas entre sí, pero su historia es muy interesante. La más conocida es sin duda La piedra de Belmonte, situada en Pelayo. Otra de las paradas en este paseo debe ser el parque de las Acacias, en el que se encuentra La ninfa de la vendimia. En la plaza Joaquín Ibáñez se halla el busto que Román realizó de Ventura Morón y justo enfrente, en la pared de la sede de la Fundación Municipal de Cultura, se puede ver el relieve de La Caridad.

Román pintó sobre piedra la caricatura del torero Juan Belmonte en 1914. "Era un partidario de Juan Belmonte; era belmontino. La obra es su homenaje al torero", resalta el profesor de Historia Andrés Bolufer, uno de los mayores expertos de la vida y la obra del artista algecireño.

La piedra de Belmonte llegó a estar incluida en la guía Michelín, como una recomendable parada en el camino entre Algeciras y Tarifa. En enero de 2003 el museo municipal realizó un proceso restaurador sobre ella. La obra, a lo largo de su historia, ha sido objeto de distintas intervenciones, sin criterio científico, lo que ha causado la pérdida casi total de la pintura original. La caricatura fue retocada en su día, entre otros, por el propio hijo de Román, llamado igual, y por su sobrino Ramón Puyol.

La piedra blanca de La ninfa de la vendimia ha terminado de restaurarse hace muy poco, después de que vándalos mutilaran hace tiempo su pie derecho y la nariz, entre otros estropicios. "Es el único desnudo esculpido del autor", instruye Bolufer. "Es una figura que representa a la virgen de los bosques, sobre un sector de vides. La orla es un racimo de parra. Es, en resumen, una alegoría de la vendimia", añade el experto, que detalla que Román realizó la obra a finales de los cuarenta, para una finca en Toledo de la familia Beneytez.

El busto de Ventura Morón, por su parte, se encuentra en la vía pública desde mucho después de que fuera concebido. Román lo tenía pensado hacia los años veinte, a raíz de un homenaje que se le realizó al conocido médico. No fue hasta los cincuenta, sin embargo, cuando el Ayuntamiento de la ciudad se decidió a exponerlo en público.

El relieve de La Caridad no se puede entender sin el cercano busto ni viceversa. Bolufer aclara que la obra no guarda relación con la iglesia de La Caridad, que se halla en el mismo lugar, en contra de lo que se cree. "Para Román Ventura Morón era el mayor ejemplo de caridad y por eso realizó este trabajo. La idea original era colocar el relieve debajo del busto", revela el profesor.