Los chicos de 'Madagascar' van al circo en su nueva entrega
La factoría Dreamworks trae esta semana a las pantallas españolas su última producción animada, con el viejo continente como escenario
Madagascar 3: de marcha por Europa es la típica película veraniega. Es de animación y se coloca entre los estrenos de la tercera entrega de Batman en versión Nolan-Bale y el esperadísimo regreso de Ridley Scott la semana que viene a la ciencia ficción en Prometheus, para tirar de un público infantil que igual no se siente todavía muy atraído por las siniestras andanzas del caballero oscuro y de los astronautas de Scott. También es una secuela, que como todo el mundo sabe es uno de los filones más atractivos y explotados para la más bien vaga y poco innovadora industria de Hollywood. En este caso, la tercera parte del mejor éxito de Dreamworks en los años de la guerra de los dibujos animados, ese tiempo en que todos decidieron ir a por el pastel de la animación y hacer frente a Pixar y a Disney, que amenazaban con quedarse en exclusiva con el interés de los niños y los dineros de sus padres. Una guerra que dejo las cosas como estaban, sobre todo tras la fusión del estudio del tío Walt con su respondón hijo de la lamparita que saltaba, pero que dejó algunos filmes interesantes, como el primer Madagascar.
De todos modos, la secuela más curiosa del film de la saga que nos ocupa es la serie televisiva Los pingüinos de Madagascar, que hace de estos personajes secundarios en las películas los protagonistas, y que demuestra que las fronteras entre los medios audiovisuales actuales son muy flexibles. Sea como fuere, en 2005 el primer Madagascar fue un simpático film animado con su historia de estos animales circenses que cumplían su sueño de escaparse del zoo que los encierra, aunque las circunstancias hicieron que acabasen accidentalmente en la isla del título. La segunda parte, estrenada tres años después, no era tan brillante, evidenciando demasiado su carácter de secuela. No obstante, los resultados de taquilla fueron suficientemente buenos como para que hoy viernes se estrene entre nosotros Madagascar 3: de marcha por Europa, título que es toda una declaración de intenciones, pues tras los exóticos escenarios de los primeros filmes la acción pasa a nuestro viejo y torturado continente, aunque los personajes llegan allí por accidente. De nuevo son el león Alex, la cebra Marty, la hipopótamo Gloria y la jirafa Melman.
Tras abandonar África y aburridos ya de aventuras, el cuarteto quiere regresar a Nueva York, pero acaban en Montecarlo. Y es que sus amigos chimpancés y pingüinos se han ido a esta capital del juego y están haciendo saltar la banca del popular casino. Pero una capitana francesa, que trabaja en control de animales, los localiza y empieza a perseguirles, en especial porque le hace ilusión capturar a un león. Los chicos no tienen más remedio que esconderse en un circo, donde se camuflan. Circo que por cierto responde al hispano nombre de Zaragoza. Allí tienen que adaptarse al medio, aprender números y esquivar a la tenaz agente francesa que les persigue, pensando cómo conseguir su sueño de volver a Nueva York. Frente a las otras entregas, esta tercera parte de Madagascar se une a la moda y se ha rodado en 3D, pues la moda de ver cine con gafas parece que no va a remitir.
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