Ponga usted un EC3 en su vida

Hay una ballena en el garaje del edificio Kursaal de Algeciras. No es realismo mágico, sino una de las obras que ofrece el encuentro EC3. En rigor es el esqueleto de una ballena y los autores de la instalación solicitan al curioso e intrigado visitante que deje, en blanco, la marca de su cara sobre las paredes que resguardan los restos del cetáceo. El conjunto se llama Viaje espiritual al espacio negro y sus autores son los marroquíes de Larache Abdelaziz Amnarani y Youssef el Hadidi. La propuesta sirve para comprender qué es EC3.

La segunda edición de esta gran muestra multidisciplinar ideada por la Fundación Dos Orillas se inició ayer y se prolongará hasta mañana. La cita reúne 53 proposiciones de pintura, instalación, fotografía, música, literatura, cine, escultura, foros y talleres de artistas, autores y profesionales de Andalucía y el norte de Marruecos. El objetivo originario es tender un puente de intercambio y arte contemporáneo entre las dos orillas y el público lo agradece con una explosión expositiva de la que carece el resto del año.

Cuando se entra al edificio Kursaal, epicentro de EC3, la gente aconseja bajar a ver la ballena, señal de que es una de las obras que ha comenzado llamando la atención este año. También lo hace y mucho otra instalación, en este caso interactiva, que queda de camino. Se ha dado en titular Yoyo Mio Mio, una fabulosa idea de Ana Solano. Los participantes a los que están dirigidos esta propuesta son bebés de entre cero y cuatro años. Una conexión invisible y sorprendente capta al pequeño sujeto. Sólo había que observar ayer a un crío absolutamente obnubilado junto a una de las pantallas de la singular estructura.

En EC3 hasta las esculturas invitan a la participación, como mirar por la lupa de Es el cristal, de Javier Flores, y los vídeos tienen poética y denuncia: en Proceso de paz, de Jesús Algovi, una bandada de palomas blancas se posa hasta cubrir a un terrorista cubierto con pasamontañas. También se puede tomar uno un respiro, es pronto para algo más, con el dance de una sesión de Dj Oksav.

El Kursaal enrevesado de Pérez Villalta ya no es la única sede de la iniciativa, que se ha abierto a otros espacios de la ciudad. En la galería 360º, por ejemplo, se puede ver la muestra fotográfica Mirada interior, cuyas autoras son presas de la cárcel de Botafuegos, resultado de tres talleres organizados por Márgenes y Vínculos en el centro penitenciario. Por la tarde abrió en la Fundación de Cultura José Luis Cano la instalación Moradores de la otra orilla, de Nacho Sagastagoitia. El auditorio Millán Picazo es para las proyecciones de cine y en el escenario montado en el Paseo Río de la Miel arrancó anoche la música en directo con el grupo de hard rock marroquí Wanted.

Pegatinas en los pavimentos del centro guían a EC3, aunque lo mejor es perderse y disfrutar de la experimentación.