Muere Christopher Hogwood, un caballero de la música antigua
A dos semanas de cumplir los 73 años ha fallecido en su casa de Cambridge el clavecinista, director de orquesta y musicólogo Christopher Hogwood, uno de los más destacados representantes del historicismo musical británico.
Después de estudiar música y literatura clásica en el Pembroke College de Cambridge, Hogwood empezó a colaborar en los años 60 con la Academy of St.Martin in the Fields de Neville Marriner y en 1967 fundó junto a David Munrow el Early Music Consort of London, conjunto con el que cultivó un amplio repertorio, de la Edad Media al Barroco. Esta experiencia le sirvió como trampolín de lanzamiento para la creación en 1973 de la Academy of Ancient Music, uno de los conjuntos barrocos más célebres del mundo, esencial en la difusión de los postulados del historicismo musical durante décadas. En un tiempo en el que la interpretación con instrumentos y criterios de época era fuertemente contestada desde algunos sectores conservadores del orbe musical, Hogwood fue de los primeros en atreverse a dar el salto del Barroco al mundo del Clasicismo y el primer Romanticismo, grabando, entre otras cosas, la primera integral de Sinfonías de Mozart con un conjunto de instrumentos originales.
Comandante de la Orden del Imperio Británico desde 1989, Hogwood fue también director titular de la Handel and Haydn Society de Boston entre 1986 y 2001 y de la Orquesta de Cámara Saint Paul de Minnesota entre 1987 y 1992, dedicando desde entonces cada vez más tiempo a trabajar con orquestas convencionales. En el año 2006 fue susitutido al frente de la Academy of Ancient Music por Richard Egarr, lo que le permitió incrementar su actividad como invitado por los podios de medio mundo y recuperar, aun parcialmente, su labor como clavecinista.
En España, el nombre de Hogwood está íntimamente vinculado al momento de despegue de la corriente historicista en los años 80. Miles de aficionados crecieron con sus conciertos (la Academy era una asidua visitante de nuestro país en aquella década) y con sus grabaciones, que se cuentan por centenares. Con especial atención a los más grandes (Bach, Haendel, Haydn, Purcell, Mozart, Beethoven), el músico frecuentó tanto el repertorio italiano como el francés, el alemán o el inglés y en las últimas décadas se acercó sin complejos a las músicas de los siglos XIX y XX, llegando a convertirse en un apreciable especialista de compositores como el danés Niels Gade o el checo Bohuslav Martinu.
No hay comentarios