Miguel Hernández revive en las fachadas del barrio de San Isidro de Orihuela

Un total de cuarenta y cinco fachadas de uno de los barrios más humildes de Orihuela (Alicante), el de San Isidro, se han convertido en un museo al aire libre donde se han plasmado versos del poeta Miguel Hernández, tal y como ya ocurrió en 1976.

La iniciativa de pintar los muros con las palabras de Hernández comenzó el año pasado, coincidiendo con el setenta aniversario del fallecimiento del literato oriolano, no sólo para recordar su obra y sus ideas, sino también para recuperar una acción similar llevada a cabo en 1976 en San Isidro con los mismos objetivos, aunque con tintes políticos.

Meses después de la muerte del dictador Francisco Franco, pintores, escritores, músicos y poetas, en un contexto incierto y difícil, decidieron homenajear la figura e ideología de Miguel Hernández, tiñendo de color las fachadas de cada una de las viviendas de esa barriada.

Lo que se preveía como un movimiento local se convirtió en un acto en el que personalidades de toda España se desplazaron hasta Orihuela para participar en el 'Homenaje de los pueblos de España' a Miguel Hernández y reclamar la libertad de la que hasta entonces se había carecido.

De hecho, cada uno de los artistas que se acercaron hasta Orihuela "llegaron a pintar en presencia de la Guardia Civil y los 'grises', saltándose las limitaciones de la época", rememoró ayer, el comisario jefe del proyecto, Kike Payá, quien ha conocido esta historia de boca de algunos de los pintores que participaron en los murales de 1976 y que lo han vuelvo a hacer este año, como el murciano Ramón Garza o el alicantino Antonio Ballester.