El matador de toros extremeño Miguel Ángel Perera reapareció ayer en la plaza venezolana de Mérida tras la cogida sufrida hace unos días en Maracay y cuajó una gran tarde cortando tres orejas y saliendo a hombros junto al ganadero Carlos Roldán.
Lo mejor de su actuación llegó en su primero, un bravo y buen toro de San Sebastián de las Palmas, al que Perera cuajó de principio a fin en series de muletazos hondos, templados y sentidos. A placer toreó el extremeño que, no obstante, pinchó y perdió un premio todavía mayor al de las dos orejas que paseó.
Su segundo fue un animal con dificultades que exigía firmeza y disposición. La misma de la que hizo gala Perera, quién exponiendo y tragando mucho llegó a sufrir una fuerte voltereta sin consecuencias. Paseó un trofeo.
Otra oreja paseó Francisco Rivera Ordóñez de su segundo toro después de firmar una actuación variada y tesonera premiada por el público. El venezolano Otto Rodríguez anduvo discreto con su lote.
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