"Escribir poesía implica una lectura constante y una pelea con las palabras"

La voz, que son sus poemas, de Carlos Vaquerizo se pudo oír ayer en la sede del ateneo José Román de Algeciras. Sus versos negro sobre blanco, publicados en un libro, no se oyen desde 2005. Con ellos, entonces, su primera obra (Fiera venganza del tiempo), ganó el premio Adonais. Vaquerizo anunció ayer que le está dando cuerpo a un nuevo poemario, pero que ese nonato material aún requiere "mayor reposo" y que no verá la luz de forma inmediata. Literatura a fuego lento.

Carlos Vaquerizo Torres (Sevilla, 1978) reside en la actualidad en Algeciras, donde imparte clases en el instituto Torre Almirante. No hace demasiado recitó en el taller de literatura de la delegación de Juventud y ayer lo hizo en el ateneo algecireño. "Le estoy muy agradecido al premio Adonais. Para mí es un orgullo haberlo conseguido, pero ahora ya me gustaría dar una vuelta de tuerca más a mi obra, ver que avanza, dar un paso adelante, del que no me puedo arrepentir. Que no sea en falso", explica el sevillano sobre sus propósitos creativos y con ello también parece responder a por qué Fiera venganza del tiempo se mantiene como hijo único.

"El segundo libro es complicado, porque siempre se compara con el primero. Yo siempre estoy escribiendo, pero mi forma de escribir necesita un mayor reposo", detalla Vaquerizo. "Realizo -abunda- una labor persistente. Hacer un libro de poesías implica una lectura constante y pelearte con las palabras. Hay días en los que se está más inspirado, pero el poemario nace de la reflexión. Los momentos de inspiración vienen después de pensar en ello".

Uno se pregunta si el tiempo transcurrido desde su debut, con o sin venganza, ha cambiado la obra de Vaquerizo, si debe prepararse su lector para una abrupta separación del autor que fue. "Intuyo que no", asegura. "Hay escritores camaleónicos, en los que cada poemario parece haber surgido de un autor distinto. Otros tiene tres o cuatro obsesiones y son las mismas en cada libro. Lo que ocurre es que le dan una vuelta de tuerca más a ellas". Como se puede intuir del intuyo que no, el sevillano se alinea con el segundo grupo. Este hecho, entiende, confiere "más riesgo" a una nueva creación. La cuestión es "hacer algo distinto tratando lo mismo".