'La ruta de Don Quijote' hace una parada en el Lope de Vega
La obra, basada en las crónicas de Azorín, llega hoy con Arturo Querejeta en el papel del escritor
En 1905 se conmemoraba el tercer centenario de la publicación de la primera parte del Quijote y, con esa excusa, Azorín (1873-1967) hizo las maletas y se lanzó a recorrer el mismo camino del ingenioso hidalgo, desde Argamasilla de Alba hasta Puerto Lápice, pasando por las Lagunas de Ruidera, el Toboso o los molinos de Campo de Criptana. Del 4 al 25 de marzo de aquel año, el escritor valenciano publicó las crónicas de ese viaje en el diario El Imparcial, que se reunieron posteriormente en un libro, La ruta de Don Quijote. Desde entonces, esas miradas al universo quijotesco, a veces muy discutidas por los cervantistas oficiales, constituyen una oportunidad de asomarse a la novela española por antonomasia desde la perspectiva del pensamiento y el sentimiento noventayochista.
En una propuesta inédita, puesto que será la primera vez que esos textos se llevan a escena, la compañía Noviembre decidió releer como texto teatral esa obra de naturaleza periodística y ensayística. Así, La ruta de Don Quijote, con dirección de Eduardo Vasco, llega hoy y mañana al Lope de Vega. El montaje presenta a un Azorín (interpretado por Arturo Querejeta) que se desplaza desde Madrid hasta los pueblos manchegos, mientras reinventa a su manera la celebérrima obra de Cervantes.
La obra se detiene también en la pequeña e íntima historia de ese periblo del famoso escritor: Azorín en su pensión madrileña, ultimando los preparativos del viaje; sus impresiones de las gentes de Argamasilla de Alba, donde pasó unos pocos días empapándose del ambiente de esa España que en los ojos del autor era seca y triste y que retrató con una escritura de aliento en cierto modo impresionista; sus desplazamientos en carros de mala muerte por los caminos hasta llegar a enclaves emblemáticos de la novela, como la cueva de Montesinos, los molinos de viento en Campo de Criptana o el Toboso, que le pareció "na síntesis de toda la tristeza de La Mancha"... Todo ello, mientras ofrece reflexiones, anécdotas, posibles nuevas puertas de entrada al Quijote.
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