A menudo, cuando en Mascotíssimas hablamos de animales domésticos, lo hacemos de perros, gatos, aves, conejos o peces, pero lo cierto es que hay un número significativo de personas en nuestro país cuya mascota es un caballo.
Los caballos son animales muy inteligentes y sensibles que necesitan grandes terrenos o fincas para poder llevar una buena vida. También es habitual llevarlo a una hípica, ya que les ofrecen servicios como comida, bebida y un lugar donde dormir. A pesar de ser una excelente compañía, tenemos que tener en cuenta que es un animal que supone muchos gastos (alimentación, cuidados, veterinario, etc).
Cuidados de un caballo
Tal y como acabamos de mencionar, estos animales necesitan una serie de cuidados especiales:
-Un lugar donde refugiarse y descansar durante todo el año. Este sitio puede ser un establo, un granero, una cuadra, etc. Aunque los caballos pueden dormir de pie, descansan más y mejor cuando lo hacen tumbados, por lo que la superficie donde esté no debe ser muy dura (por ejemplo, de paja).
-Mantener limpio el comedero y el bebedero. Un par de veces por semana es suficiente para mantenerlos en óptimas condiciones.
-Cambiar el material de la cama una vez a la semana aproximadamente. El material de la "cama" determinará cada cuánto tiempo ha de cambiarse. La paja es más barata que el cáñamo o las virutas de madera.
-Hay que remover la cama y ventilar el lugar para que no se apelmace.
-Sacar el estiércol. Lo ideal sería hacerlo varias veces al día porque de lo contrario el caballo podría acabar contrayendo alguna enfermedad.
Qué debe comer un caballo
Cuánto debe beber un caballo
Los caballos beben grandes cantidades de agua al día, aunque los litros también dependen del tamaño, peso o actividad que realicen. La temperatura o el sitio donde estén también determinará la cantidad de agua que beban, llegando a ser hasta 60 litros al día.
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