Las consecuencias económicas para los importadores de productos perecederos del Puerto de Algeciras por las dificultades en el Puesto de Control Fronterizo (PCF, antiguo PIF) en la aplicación de las normas comunitarias relativas a aditivos y recubrimientos de conservación comienzan a hacerse patentes. 

La Asociación de Transitarios, Expedidores Internacionales y Asimilados de la Bahía de Algeciras (Ateia Oltra) calcula la pérdida de unos 4.000 contenedores con mercancía de Sudamérica durante el segundo semestre de este año que habría sido desviada a otros puertos "menos exigentes" en los controles sobre aditivos, según este colectivo. Además, Ateia apunta a la cancelación de contratos temporales en empresas de transitarios. 

"Ya se ha desviado gran parte del volumen previsto para este semestre venidero. Solo de piña, yuca y otros productos latinoamericanos que se han visto perjudicados por las actuaciones en nuestro Puerto, son unos 4.000 contenedores que ya hemos perdido. Y sin tener en cuenta las campañas de productos de otros orígenes que se han alarmado y que casi seguro tampoco vendrán", ha lamentado la agrupación empresarial. 

Ateia insiste en que en el PCF de Algeciras se realiza una aplicación extrema de las normas sobre aditivos y recubrimientos que no tiene lugar en otros puertos, a donde se estaría desviando la mercancía después de que durante el mes de mayo y junio se produjera el bloqueo de unos 400 contenedores, según la entidad empresarial. El Ministerio de Sanidad negó en su momento en su momento un "exceso de celo" en la aplicación de la normativa y alegó que los procedimientos de inspección son comunes en todos los muelles. 

Sin embargo, Ateia insiste en que el paso se realiza "con total normalidad" en otros puertos con protocolos de Sanidad Exterior "que difieren totalmente de los prescritos en Algeciras". Ateia señala a puertos como Vigo y Tarragona en España o Sines y Setúbal, en Portugal. 

Además, según Ateia, desde hace tres días ha comenzado el proceso de destrucción de la mercancía deteriorada por su bloqueo en las terminales de contenedores en las semanas precedentes. Aunque este jueves no se han aportado datos concretos, Ateia calculó en unas 3.000 toneladas las mercancías que iban a perderse. 

El impacto de la crisis comienza igualmente a hacerse patente sobre el empleo. "Ya nos han notificado algunos asociados la cancelación de contratos temporales de los trabajadores de refuerzo de esas campañas hortofrutícolas. Y temen que afecte a la estabilidad de sus plantillas fijas", han detallado. 

"¿Cómo puede ser que una normativa vigente en el ámbito de la Unión Europea se aplique de forma diferente según el país en cuestión? Pero lo incomprensible, terrible y desolador es que el trato a las mercancías sea distinto dentro del mismo país", se ha preguntado la entidad, en referencia a los puertos nacionales ya indicados. 

Ateia ha matizado que en estos momentos no se conoce el daño exacto a la comunidad portuaria. "Al margen de las pérdidas económicas ocasionadas a todo el sector y el coste extraordinario de las destrucciones, hay que sumar el demérito que han sufrido las mercancías que han podido pasar por nuestra frontera en Algeciras. Los tiempos de demora y la alarma creada ha obligado a los importadores a renegociar a la baja los precios de venta por las presiones recibidas por las grandes superficies al entender que ya no estaban en las condiciones óptimas que exige el mercado en cuanto a frescura y estado", ha subrayado la agrupación empresarial. 

Ateia apunta como un factor negativo más el desconocer "cuánto tiempo va a durar esta desconfianza" e insiste en ver intereses en contra del Puerto de Algeciras.