Rápido, enérgico y limpio. Así ha sido el encierro del toro Alcaudón en la mañana del Domingo de Resurrección en Los Barrios, considerado el día grande de la celebración de la festividad del Toro Embolao. El novillo posterior, por su parte, ha dado un susto sin mayores consecuencias con la aparatosa cogida de uno de los mozos. 

La segunda jornada de la fiesta popular barreña, que este 2022 ha alcanzado su cuadragésima edición, ha comenzado con el lanzamiento del tradicional cohete anunciador al filo de las 11:00, cuando ya se habían congregado numerosas personas a lo largo de la avenida Carlos Cano para ver el recorrido del astado.

Alcaudón ha salido como un rayo del cajón. Apenas ha tardado un minuto en completar el camino entre la rotonda de La Montera y la zona de recortes de la calle Padre Dámaso. Todo lo contrario al encierro de Gañán, el toro embolao del sábado. 

Una vez en la explanada de recortes y cerrada la compuerta, los mozos han guardado gran distancia con el astado dadas sus grandes dimensiones y la apertura de su cornamenta. Alcaudón, de la ganadería de El Torero, había llegado con mucha energía y por tanto tocaba evitar peligros.

Poco a poco, carrera a carrera, el astado ha dado algo de juego a los mozos durante la media hora que ha permanecido en el recinto, si bien los participantes han demostrado prudencia en todo momento y evitado aglomeraciones. 

Justo antes de ser ensogado, Alcaudón ha perdido la bola de uno de los pitones, lo que ha llevado a los responsables de la Peña Toro Embolao a proceder a su encierro en el cajón, lo que se ha producido entre aplausos de reconocimiento al buen manejo de las reses demostrado por el colectivo. 

Varias personas siguen el encierro del Toro Embolao en una azotea, protegidos del sol con paraguas.

La salida del utrero, a las 12:00, ha sido igualmente rápida aunque en su camino hacia Padre Dámaso se ha llevado por delante a un mozo. Una aparatosa cogida con volteo que se ha saldado con heridas en uno de los brazos para el joven, sin mayores consecuencias. Aún con el susto en el cuerpo, varios integrantes de la peña y los sanitarios le han atendido. 

Superado el desconcierto momentáneo de la cogida, el utrero ha entrado también con mucha energía en la zona de recortes. Y de los cuatro astados que han formado parte de los festejos, ha sido el que más juego ha dado a los mozos. Sobre el asfalto se han visto carreras, arrancadas y recortes con saltos sobre el utrero de pelo pardo y unas igualmente considerables dimensiones. 

Tras la recogida del novillo, la fiesta ha continuado durante el mediodía con música y buen ambiente en los aledaños del coso barreño. 

Muchos vecinos han insistido en echar de menos en este año del 40 aniversario de la festividad la arena de la plaza de toros la Montera, bloqueada por la paralización de las obras de cierre de la cubierta hasta que la Diputación Provincial resuelva el contrato por los vicios ocultos que fueron detectados durante la ejecución del proyecto.

El alcalde, Miguel Alconchel, ha valorado la fiesta del Toro Embolao como "todo un éxito". "No ha habido que lamentar incidentes graves durante los encierros, tanto en la jornada del sábado como la del domingo. Es de agradecer el gran comportamiento de los corredores como los asistentes a esta fiesta popular barreña que se ha recuperado tras dos años de pandemia”, ha comentado.

Alconchel ha agradecido a la Peña del Toro Embolao por la organización y coordinación, al igual que a la delegación de Festejos y a su concejal Daniel Pérez Cumbre y los trabajadores municipales de las distintas delegaciones que hacen posible esta fiesta.

El primer edil también ha agradecido a Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil por su colaboración y apoyo para que esta fiesta se haya desarrollado con total normalidad.