Diego El Cigala 'bendice' a la barreña Miriam Cabas, que triunfa en México

Taurinas

La novillera, que este jueves hace el paseíllo en Aguascalientes, corta trofeos en sus últimas actuaciones

Miriam Cabas, con Los Barrios por montera

La fundación mexicana Ángeles Taurinos asume el apoderamiento de la barreña Miriam Cabas

Miriam Cabas, junto a Diego El Cigala
Miriam Cabas, junto a Diego El Cigala

La novillera de Los Barrios Miriam Cabas está llevando a cabo una temporada triunfal en México, donde continúa con su formación con el apoderamiento de la Fundación Ángeles Taurinos después de haber debutado con caballos en La Línea el pasado mes de julio. Cabas ha recibido el apoyo de uno de sus ídolos, el cantaor flamenco Diego El Cigala, que incluso la invitó a estar presente en uno de sus conciertos.

Miriam Cabas no escatima agradecimientos tanto a sus apoderados como a los ganaderos mexicanos, que le están facilitando su preparación en el campo. “Estoy feliz”, dice con rotundidad, porque no le ha resultado difícil adaptarse a un país en el que incluso ha sido requerido para ejercer de modelo en el desfile de moda taurina celebrado en la plaza de Tlaxcala, acto por el que recibió infinitos elogios.

Esa sensación de progreso también se ve reflejada en los trofeos que pasea en sus últimas apariciones. En la exigente novillada de Zacatecas salió a hombros después de cortar dos orejas.

Juan Antonio de Labras escribió al respecto en altoromexico.com:

El primer festejo de la Feria de Zacatecas comenzó con buenos augurios para el resto del ciclo, ya que la novillera española Miriam Cabas cortó sendas orejas y salió a hombros, para dejar su nombre inscrito en los anales de la Monumental, que el próximo año cumplirá 50 de inaugurada, con este afortunado debut.

Y no resulta fácil que una torera, en su segunda novillada con picadores, haya conseguido este importante logro que viene a demostrar, por enésima ocasión, que el toro no pide el pasaporte ni pregunta el género. Se es torero –o torera, en este caso– o no se es, y de esta manera tan natural, la novillera nacida en Los Barrios, provincia de Cádiz, nos trajo ese aire fresco, con su perfumado acento del sur.

Porque Miriam sabe torear, evidentemente, y no es que aún haya adquirido un sólido oficio, ni mucho menos, pero sí que tiene valor, la intuición para colocarse bien entre los pases, correr la mano a los novillos y matarlos por derecho. Y si a ello sumamos que tiene carisma y conecta con el público fácilmente, la empresaria Tomasina –su flamante apoderada– ya tiene una nueva ilusión por delante.

Miriam Cabas pasea trofeos
Miriam Cabas pasea trofeos

Al primer novillo de su lote, muy en el tipo del toro de San Mateo de otra época, lo entendió a la perfección, y le dio el sitio preciso para encelarlo a embestir, lo que el de Monte Caldera hizo con cadencia, metiendo la cara con transmisión.

Ya desde ahí el público había sintonizado con la gaditana, que anduvo con desparpajo por el ruedo de la Monumental, haciendo lo que sentía a cada tramo de una faena con bonitos cambios de mano, de gracia sevillana, y abrochando las series con largo y sentidos pases de pecho.

También por el pitón izquierdo ejecutó naturales sueltos de buena factura, pero mejor todavía estuvo con la mano diestra, en pasajes de toreó que caló en los tendidos, para los que su presentación en México fue una grata sorpresa.

A la hora de matar señaló un primer pinchazo que no emborronó un ápice su entonada actuación, y cuando la psicosis de que viniera otro pinchazo más se disipó, fue porque se fue derecho detrás de la espada y cobró una estocada eficaz que le puso en las manos la primera oreja, que bien pudieron haber sido dos si hubiera conseguido matar al primer viaje.

Contenta con el triunfo, y visto que tenía la tarde y al público a su favor, no desaprovechó las nobles embestidas de salida del sexto novillo para recetarle un ramillete de estupendas verónicas en las que asentó las zapatillas en la arena y jugó los brazos con mucha soltura, en lo que representó el momento más artístico de la tarde por su belleza expresiva.

De ese pellizco demostrado en varios detalles de ambas lidias, una vez más floreció ese toreo sureño, dotado de un aroma especial, y aunque el de Monte Caldera llegó sin emplearse a la muleta, Miriam le dejó siempre la tela puesta en la cara para tirar de él con la entrega de quien se siente segura de sí misma.

Una vez más, un pinchazo no minó su ánimo, ni el del público, y máxime que al segundo intentó volvió a estar certera con la espada para cortar otra oreja, la que le abrió la Puerta Grande de par en par en una tarde que terminó con una pertinaz llovizna que sólo vino a refrescar el ambiente, como el toreo de Miriam, que ahí tiene por delante mucho camino por recorrer, pero con toda la actitud y la raza para seguir avanzando en una profesión en la que apenas está dando sus primeros pasos.

Trofeo en Yurinia

Miriam Cabas, en la presentación de su cartel en Yurinia
Miriam Cabas, en la presentación de su cartel en Yurinia

Reforzada por su descollante actuación, se marchó a Yuriria, en una tarde en la que también mereció las mejores valoraciones por parte de la prensa.

Miriam Cabas estuvo muy por encima de los novillos de su lote. Primeramente, le correspondió en suerte un novillo con calidad pero que duró poco. Ella entendió que su faena debía ser concreta e intensa por lo que ligó tres tandas de muletazos con la mano derecha para convencer a la afición al torear con reposo, verticalidad y temple. Probó con el pitón izquierdo, pero su enemigo ya lo había dado todo y no se generaron dividendos a pesar de que Miriam lo intentó una y otra vez. Finiquitó un pinchazo y luego una estocada. El juez de plaza autorizó el corte de una oreja y aunque tuvo petición de la otra, no se concedió. La gente se le entregó de una manera increíble mientras paseaba el apéndice”, se podía leer en Mundotoro.

“El último ejemplar fue el más hecho y pesado del encierro. Desde el capote hizo extraños, se le iba al pecho y Cabas se le plantó con decisión e hizo estremecer a la gente. Tras el puyazo y las banderillas, Miriam le pudo desde los primeros pases para entonarse en una faena que solventó en base a su valor sereno y ambición de ganar un lugar importante en el toreo actual. Nuevamente se empleó por el pitón derecho en una faena variada y extensa. Esta vez no estuvo fina con la toledana y perdió otro trofeo”, añadía la crónica.

Este mismo jueves día 20 la novillera barreña acude a Aguascalientes y el 29 a Tlaxcala, donde hará doblete el próximo cinco de diciembre, donde forma parte del Cartel de la Mujer en la Corrida de la Prensa.

El Cigala se confiesa fan

Al margen de sus progresos en el ruedo, Miriam Cabas celebra haber tenido la oportunidad de codearse con uno de sus ídolos, el cantaor madrileño Diego El Cigala. “En la lista de Spotify que pongo mientras me visto de torera, el noventa por ciento de las canciones que oigo son de él”, subraya la torera.

Cabas y El Cigala coincidieron en un tentadero y posteriormente el artista la invitó a seguir uno de sus conciertos en una zona de privilegio. Posteriormente se reunió con ella y además de elogiar su arte, le deseo la mejor de las suertes y vaticinó un éxito futuro que dice que seguirá de cerca porque se confiesa incondicional de la novillera de Los Barrios.

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