La central térmica de carbón Los Barrios ya está operativa y entrega energía al sistema eléctrico español, según han indicado a Europa Sur fuentes de Viesgo, que también han explicado que se están realizando algunos ajustes para llegar a la plena carga.

La compañía ha mostrado su agradecimiento por el importante esfuerzo hecho todo el equipo involucrado en la puesta en funcionamiento de la planta durante las últimas semanas de trabajo después de casi tres años sin actividad. 

La central estará funcionando en los próximos meses, y, en paralelo, la compañía continúa con los trabajos para la transformación de la central en el valle del hidrógeno verde del Campo de Gibraltar, según ha confirmado Viesgo. 

Aproximadamente medio centenar de personas, buena parte de ellos antiguos trabajadores que dejaron de trabajar para Viesgo tras un Expediente de Regulación de Empleo, se reincorporaron a sus puestos ante un llamamiento efectuado por la compañía el pasado noviembre.  

La central de carbón, del año 1985, tiene 588 megavatios de potencia bruta y llevaba casi tres años sin actividad. Viesgo solicitó en 2020 la autorización para el cierre de la térmica, incluida en los activos del grupo adquiridos por EDP, junto con la también clausurada de Puente Nuevo (Córdoba). Ambas suman casi 1 gigavatio (GW) de potenciales derechos de acceso a la red. El Gobierno autorizó en marzo de ese año la clausura y la central inició entonces su proceso de cierre y desmantelamiento parcial.

Ahora, ante un contexto de precios de la energía en máximos históricos y el previsible aumento de la demanda de energía en invierno, la compañía la ha reactivado tras ser requerida para poner sus instalaciones a disposición del sistema eléctrico nacional (el llamado mix energético) de manera temporal. 

Viesgo justificó el inicio de los trámites para el cierre de la térmica en su "apuesta por la transición energética y por ser una compañía 100% descarbonizada", a pesar de que estaba previsto en un principio que permanecería operativa más allá del 30 de junio de 2020, fecha de entrada en vigor de los nuevos límites de emisiones que estableció la Unión Europea dentro del proceso de descarbonización.

Entonces, se autorizó el cierre de la central en el plazo de doce meses contados a partir de la fecha de la resolución (marzo de 2021) y a su desmantelamiento en el plazo máximo de cuatro años contados a partir de la fecha en que el cierre se haga efectivo. 

Esta puesta en marcha será temporal, ya que la compañía pretende desmantelar la instalación e impulsar en el terreno liberado un proyecto de energías limpias. Esta reactivación será temporal, en función de la evolución del mercado, y todavía se está gestionando, sin fecha cerrada para el arranque.

EDP proyecta una inversión calculada en 555 millones de euros para transformar la térmica de carbón en una moderna planta de hidrólisis con fuentes de energía renovables, planteando la creación de un Valle del Hidrógeno de la Bahía de Algeciras. La planta tendría tres instalaciones principales: un parque fotovoltaico para generar la energía eléctrica necesaria para el proceso, las unidades de hidrólisis, que serían el centro principal de la instalación, y una zona de almacenamiento energético con baterías de ion-litio.

La construcción de la nueva planta generaría más de 3.000 empleos, a los que se añadirían unos 170 puestos de trabajo más durante el desmantelamiento de las unidades de carbón de la térmica, según EDP. A su vez, Energías de Portugal estima que durante todo el ciclo de vida de la central, una vez terminada, generará un millar de puestos indirectos.