Arte sureño

Dos algecireños hallan una cueva con pinturas prehistóricas en Los Barrios

  • Dámaso Pérez y Gonzalo Barba descubren en los Picos del Cuervo el abrigo del Pillo 

  • El experto Simón Blanco afirma que está “estrechamente vinculada a Bacinete”

La cueva, vista desde dentro.

La cueva, vista desde dentro. / APAS

Los Picos del Cuervo es una emblemática formación rocosa que corona un cerro -situado entre los arroyos de Ben-Harás y del Tiradero- que corona un laberíntico y exuberante entorno natural cargado de viejas leyendas. En esta atalaya formada durante miles de años, desde la que se observa la población de Los Barrios a vista de pájaro, no es difícil imaginarse a las razias berberiscas atacando la Bahía, mientras uno cree ver apostado entre los matorrales a algunos de los maquis que encontraron cobijo en sus covachas tras la Guerra Civil. Este tramo de la sierra que desciende hacia el estratégico valle del Tiradero, vía natural de comunicación entre la Janda y el Campo de Gibraltar, esconde todavía algunos secretos. Y uno de ellos acaba de ser desvelado.        

Ocurrió el pasado día 15. La casualidad quiso que dos senderistas de Algeciras, Dámaso Pérez y Gonzalo Barba, descubrieran un nuevo abrigo con pinturas prehistóricas hasta entonces oculto. Inmediatamente se pusieron en contacto con la Asociación para la Protección del Arte Sureño para comunicar el hallazgo. El espeleólogo algecireño Simón Blanco, uno de los mayores expertos, investigadores y defensores del arte rupestre del extremo sur de la península ibérica, visitó el lugar y constató su veracidad. Además, comunicó la aparición del lugar a las autoridades. La bautizó como cueva del Pillo

Simón Blanco describe así el abrigo: "Aunque tradicionalmente las ubicaciones que han sido capaces de conservar el Arte Sureño son los tafonis, pequeñas cavidades esféricas muy comunes y características de la roca arenisca, en este caso debido al intenso diaclasado (fractura en las rocas) que caracteriza a los Picos del Cuervo, uno de estos estratos rocosos finalmente se ha fracturado y deslizado sobre el firme del terreno, generando una gruta oscura con dos pequeñas entradas que solo son visibles en la inmediatez del yacimiento y que han sido cerradas con muros de mampostería en seco, pasando completamente desapercibida y ofreciendo unas inmejorables condiciones como refugio". 

Pinturas beolíticas en la cueva del Pillo. Pinturas beolíticas en la cueva del Pillo.

Pinturas beolíticas en la cueva del Pillo. / APAS

En las dos salas del interior de la cueva se alternan las superficies lisas con otras llenas de hornacinas. Las pinturas neolíticas son "de carácter geométrico abstractas" y están repartidas en el lateral y sobre la entrada meridional. "A pesar de que el yacimiento puede considerarse como menor dada la simplicidad de los motivos conservados que se limitan a agrupaciones ordenadas de puntos y barras, tenemos que valorar esta ubicación por encontrarse en una posición geográfica tan relevante, con un gran dominio territorial y por estar estrechamente vinculado al poblamiento prehistórico del cerro del Bacinete", subraya Blanco. 

"Desafortunadamente, aunque Los Picos del Cuervo fue un lugar de libre acceso hasta los años 90", relata el experto, "la actual parcelación de esta cumbre, que es recorrida longitudinalmente por una malla cinegética, favorece la superpoblación de herbívoros y ha fragmentado las últimas poblaciones del corzo morisco, además de anular la regeneración natural del alcornocal, hecho que es aquí bien palpable viendo las irracionales repoblaciones de pinos y el severo contraste dentro y fuera de las fincas que priorizan la caza a la integridad del medio natural".

Ubicación e historia

Los Picos del Cuervo es también conocida como las Tetas de la Luz, ya que desde allí se despide el sol de la bahía buena parte del año, ofreciendo esplendidos atardeceres a los campogibraltareños con la inconfundible silueta recortada de sus formaciones rocosas. 

El enclave barreño toma su actual nombre de un maquis conocido como El Cuervo, que junto a su compañero Fernandeta (tío abuelo de Domingo mariscal, profesor y destacado investigador campogibraltareño) tomaron este lugar como escenario de sus correrías, hasta que finalmente fueron abatidos por la Guardia Civil en una de sus numerosas covachas.

Explica Simón Blanco que este lugar donde "abundan los manantiales, las tumbas antropomorfas, las covachas, los abrigos prehistóricos y sugerentes ventanas que se abren paso entre las lajas de arenisca" tuvo otros nombres que revelan su historia. Se llamó la Carrera del Moro, la Morisca, la Ventana del Moro y los Castillejos. De este enclave "todavía quedan algunas murallas inconexas y tumbas antropomorfas que se corresponden a una villa tardoromana fortificada que controlaba el acceso al valle del Tiradero", relata.

De allí se conocen los abrigos rupestres del Corzo y del Caballo, otros "de dudosa afiliación prehistórica" como la Roca con Letras o el abrigo de la Máscara, este ultimo de posible origen medieval y un último grupo "claramente falsos o al menos burdamente repasados en la actualidad" como el abrigo de la Huerta de las Pilas, que aun así fue declarado BIC en 1985.

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