Enciclopedia de La Línea

Personajes ilustres, famosos y populares (LVI)

  • El autor recuerda la trayectoria de Eduardo Gómez de la Mata y José Gómez Cañizares

Eduardo Gómez de la Mata, durante un acto de homenaje.

Eduardo Gómez de la Mata, durante un acto de homenaje.

La Enciclopedia de La Línea recoge en el tomo III las biografías de 329 personajes linenses o muy vinculados a la ciudad. Están representados casi todos los estamentos y profesionales. Contiene historias de literatos, pintores, docentes, sacerdotes, médicos, cantaores, cantantes, bailaores, compositores, músicos y toreros, además de psicológicos, locutores, deportistas y actores.

Eduardo Gómez de la Mata Álvarez

Nació en Málaga, pero desde muy pequeño llega a La Línea con sus progenitores. Su padre, Manuel Gómez de la Mata, era capitán de Carabineros y vino destinado a nuestra ciudad. La madre, Eloisa Álvarez, era una simpatiquísima andaluza. Manuel Gómez de la Mata fue uno de los fundadores de la Cruz Roja en La Línea. El niño estudia la enseñanza primaria en esta población y luego es enviado a estudiar a un colegio de San Fernando, donde cursa la carrera de Filosofía y Letras.Eduardo se vinculó desde el principio con La Línea, donde fue cronista oficial prácticamente toda su vida.

Desde joven manifestó una gran predisposición al teatro. Cuando aún permanecía soltero, funda una Compañía de teatro, cuya pieza fundamental era Don Juan Tenorio, de Zorrilla. Él era el director y primer actor y las representaban todos los años por el mes de noviembre y con ella recorría toda España. Conoce a una chica, que hacía de Doña Inés, se llamaba Mari Pepa Valderas, terminaron contrayendo matrimonio y se vienen a vivir a La Línea.

Primeramente vivieron en calle San Pedro, donde abre un colegio; se hace funcionario municipal y es nombrado Cronista de la Villa, siendo alcalde Alfonso Cruz Herrera, con quien mantiene una gran amistad. Fue también uno de los fundadores del Círculo Mercantil, en el que se pasaba media vida, cuando ya vivía junto a la barbería de Antonio Vega, al lado de la escuela de su hija Angelita, donde hoy se levanta la Casa de la Cultura, en la Plaza de Fariñas.

Gómez de la Mata tenía una especial predilección por un músico linense, muy joven, al que él llamaba “mi niño predilecto”, y sus íntimos, José Muñoz Molleda y Pepe Cruz Herrera.

Las tertulias del Círculo Mercantil estaban llenas de cultura y sabiduría; allí se daban cita pintores, músicos, compositores, poetas, periodistas, escritores y gentes amantes de la literatura.

En la última gira que realizó con su teatro, su mujer iba embarazada de ocho meses.Tuvo tiempo para crear y fundar varias compañías de teatro para aficionados. Este grupo de personas representaron obras de teatro magníficamente representadas.De su matrimonio vinieron cinco hijos: Manolo, que fue comisario de Policía en Málaga; Eloisa, que siguió la vocación teatral de su padre; Adolfo, prestigioso decorador y escaparatista en Madrid; Angelita y Carmela.

Eduardo Gómez de la Mata escribía cada año el pregón de la Feria, resaltando siempre los valores linenses. Estaba dedicado en cuerpo y alma a su teatro, a sus libros, sus versos y a su diario Madrid, del que fue corresponsal durante muchos años.Caballero a la vieja usanza, con su eterno clavel en la solapa y ramita de jazmín en verano, cortés y comedido en sus ademanes, de elegancia personal al que nunca le faltó el piropo de buen gusto.

Eduardo Gómez de la Mata, figura engrandecida pero increíblemente un tanto olvidada, se fue sin ni siquiera habérsele concedido el título de Hijo Predilecto de la ciudad, aunque ya voluntariamente el pueblo se lo había otorgado, él que nació en Málaga, decidió ser linense

Jamás escribió ni habló de algo que no fuera de su pueblo, La Línea. Su casa era lugar de peregrinación de todos los que triunfaban fuera.

Mantenía una estrecha amistad con José María Pemán; era un enamorado de Lorca y un cariño muy especial por los hermanos Álvarez Quintero. Un aspecto pintoresco que se recuerda es que él con su amigo Juan García Cabrero discutían en verso, ante el asombro de los que estaban o pasaban por allí en ese momento.

Eduardo Gómez de la Mata, muy amado y desaparecido cronista oficial de la ciudad y destacado miembro de la redacción del inolvidable periódico Madrid, inspirado poeta, valiente periodista y estupendo rapsoda, que siempre puso su corazón y su inteligencia al servicio de La Línea

Gómez de la Mata falleció en febrero de 1963 y su nombre siempre será recordado por todos los linenses. Recuerdo que quedará perpetuo con la colocación de una placa que da el nombre de Eduardo Gómez de la Mata a una calle de la barriada Sagrada Familia (Huerta Fava), acto que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1970 con la asistencia del alcalde, Juan Blasco Quintana, miembros de la corporación municipal y la familia del homenajeado.

José Gómez Cañizares 

José Gómez Cañizares. José Gómez Cañizares.

José Gómez Cañizares.

Nace del matrimonio formado por José María Gómez y Remedios Cañizares, viendo la luz en la ciudad de Murcia, en el año 1908.

Desde muy temprana edad, ayuda a su padre, ebanista, en el taller de muebles que éste posee en la ciudad del Segura. Su trabajo en el taller lo alterna con los estudios de música y canto, que tanto provecho le darían en el futuro.

En el año 1936, se traslada a La Línea como feriante, sorprendiéndole el alzamiento nacional en esta localidad, quedando retenido durante algún tiempo, en espera del desarrollo de los acontecimientos de aquella época.

Debido a la tensa espera, José Gómez se decide por alquilar un local en la esquina de la calle Real con la calle Clavel, dedicándolo a la venta de loza y cristal. Pasado algún tiempo, conoce a la que más tarde sería su mujer, María Calvente, hija de Primitiva Barea Salcedo, dueña de la confitería Modelo, en calle Real. Fruto de este matrimonio nacen cuatro hijos: José María, María, Carmen y Fuensanta.

Murciano de nacimiento, pero linense de adopción, José Gómez se afinca definitivamente en La Línea. Compra otro local de mayor superficie, situado en la esquina de las calles Real y Doctor Villar, dedicándolo al comercio de artículos de regalos.

Con el tiempo, este comercio, famoso en La Línea y conocido popularmente como Casa Cañizares, ha ido evolucionando y se ha especializado en artículos de regalo y de instrumentos y complemento musicales, único en esta ciudad.

José Gómez, persona arraigada en esta ciudad, desempeñó varios cargos sociales, habiendo presidido la Hermandad Local de la Cruz Roja y figurando como fundador, junto al Profesor don Féliz Enríquez, de la Sociedad Musical Linense. También fue Concejal en el Ayuntamiento de La Línea. Fallecido en año 1982.

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