CLXXV ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (1844-2019)

La Guardia Civil en La Línea (XXV)

  • El coronel Jesús Núñez repasa los 175 años de presencia en la ciudad

  • Esta entrega está dedicada a la casa-cuartel de La Atunara, que nació en 1910 como puesto de carabineros

Casa cuartel de la Guardia Civil en La Atunara

Casa cuartel de la Guardia Civil en La Atunara

Cuando entró en vigor la Ley de 15 de marzo de 1940, que supuso la absorción de Carabineros por el de la Guardia Civil, había una casa-cuartel de cada Cuerpo en la barriada de La Atunara.

La de la Guardia Civil albergaba desde 1910 un pequeño puesto cuya misión principal era velar por la seguridad ciudadana en ese núcleo urbano y que en 1940 seguía separado del casco de La Línea por una carretera de más de un kilómetro.

Tal y como ya se relató en el capítulo VIII, el coronel Ricardo Salamero Ortiz, jefe del 16º Tercio de Málaga, en un informe fechado el 3 de marzo de 1934, desaconsejó precisamente suprimir dicho puesto y llevarse su plantilla para reforzar la del puesto de la calle Jardines, “por ser aquella una barriada de pescadores donde son muy frecuentes las riñas y conflictos, que precisa la rápida intervención y personal que conozca bien sus habitantes”.

Sabias y premonitorias palabras que cuando cuatro décadas después la Guardia Civil se marchó del acuartelamiento de La Atunara a la nueva casa-cuartel de La Banqueta, cobrarían todo su verdadero sentido.

Tras la absorción de Carabineros y la reconversión a partir de la Instrucción General de 20 de febrero de 1941, de sus 10ª y 11ª Comandancias de Algeciras y Cádiz en las 134ª y 234ª de Costas de la Guardia Civil respectivamente, la antigua Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, pasó a ser la 216ª Rural.

Fue una medida temporal y bastante compleja para poder ir acoplando en unos casos e integrando en otros, a las diferentes unidades que hasta entonces existían en la provincia gaditana, procedentes de tres Comandancias diferentes. La antigua de la Guardia Civil dedicada a seguridad ciudadana y las antiguas de Carabineros al resguardo fiscal.

Respecto a la antigua de la Guardia Civil de Cádiz, denominada ya 216ª Rural de Cádiz, se tiene constancia gracias al estado firmado el 3 de marzo de 1941 por su jefe, el teniente coronel Manuel Márquez González, que quedó reestructurada en tres compañías de infantería y un escuadrón de caballería. La primera de aquellas estableció su cabecera en Algeciras, al mando de un capitán, estando integrada por tres secciones con residencia en Jimena de la Frontera, Vejer de la Frontera y Cádiz, mandadas respectivamente por alféreces.

Un informe desaconsejó suprimir el puesto de La Atunara por los frecuentes conflictos

De la Sección de Jimena dependían a su vez tres agrupaciones (nueva denominación efímera de unidades intermedias entre las secciones y los puestos), con cabeceras en La Línea de la Concepción, San Pablo de Buceite y San Roque. La primera de ellas estaba compuesta por los puestos de La Línea y Atunara. El primero, con 15 efectivos, mandado por un sargento que tenía a su cargo 2 cabos, 2 guardias 1º y 10 guardias 2º. El segundo, con 7 hombres, mandado por un cabo y con una plantilla de un guardia 1º y 5 guardias 2º.

Por otra parte, Carabineros tenía hasta la entrada en vigor de la mentada Ley de 15 de marzo de 1940, tal y como se detalló en el capítulo XX, su 10ª Comandancia de Algeciras integrada por cinco compañías de infantería. De ellas dos tenían su cabecera en La Atunara y la Aduana de La Línea, respectivamente, con un total de cuatro secciones y diez puestos desplegados en el término municipal.

Reconvertida en la 134ª Comandancia de la Guardia Civil de Costas de Algeciras tuvo que reorganizarse en tres compañías de infantería, con cabeceras en La Línea de la Concepción, Algeciras y Tarifa. De la primera de ellas dependían a su vez las secciones de La Atunara, La Línea y Campamento (San Roque). A ello había que sumar una compañía de especialistas fiscales con cabecera de Algeciras y que encuadrada en el 34º Tercio de Costas con cabecera en Cádiz, tenía a su cargo tres secciones con residencia en Algeciras (puerto), Jimena y La Línea (aduana).

Realmente no resultaba ni muy eficaz ni eficiente que en el mismo término municipal de La Línea de la Concepción llegaran a coexistir hasta tres tipos de unidades de la Guardia Civil, con sus diferentes y respectivos acuartelamientos, que dependían de tres mandos diferentes, dos de ellos además ubicados fuera del Campo de Gibraltar y concretamente en la capital gaditana. Por un lado estaban los puestos de La Línea y La Atunara, dedicados a prestar servicio preferente de seguridad ciudadana, que pertenecían a la 216ª Comandancia Rural de Cádiz mandada por un teniente coronel. Por otra parte estaban las secciones de La Línea y La Atunara, dedicados a vigilar la costa del término municipal para evitar los alijos de contrabando procedentes de la colonia británica de Gibraltar, encuadradas en la 134ª Comandancia de Costas de Algeciras que mandaba otro teniente coronel. Y finalmente la sección de especialistas que prestaban su servicio de resguardo fiscal en la aduana de La Línea, que dependían del coronel jefe del 34º Tercio de Costas en Cádiz.

Pero todo ese patrón, que se repetía en otras zonas de la provincia de Cádiz y del resto de España no eran fruto de una organización errónea o disparatada sino de un proceso muy complejo de integración, desde el punto de vista administrativo, jurídico y operativo, de un cuerpo militar en otro de la misma naturaleza pero con misiones muy distintas. Fue necesario un periodo de tiempo para integrar en las mismas unidades territoriales al personal que procedían de unidades con diferentes dependencias orgánicas y funcionales así como integrarlos en los mismos escalafones, amén de acuartelamientos, recursos materiales, etc. No fue una tarea fácil ni satisfizo a todos la forma con que fue llevado a cabo ni el resultado alcanzado.

Es por ello que para finalizar esa primera etapa, de absorción en unos casos y de unificación en otros, fue necesario un segundo periodo con su correspondiente nueva reorganización. Así, por Decreto del Ministerio del Ejército, de 21 de diciembre de 1943, que entró en vigor el 1º de marzo siguiente, la ciudad de Cádiz perdió la cabecera del 16º Tercio Rural, de la que dependía la 216ª Comandancia Rural de Cádiz, así como el 34º Tercio de Costas, del que a su vez dependían la 134ª Comandancia de Costas de Algeciras y la 1ª Compañía de Especialistas Fiscales de Algeciras.

En su lugar se creó el nuevo 37º Tercio Mixto, con cabecera en la capital malagueña, del que pasaron a depender las nuevas 237ª y 337ª Comandancias Mixtas de Cádiz y Algeciras, respectivamente.

La 237ª Comandancia Mixta de Cádiz se creó prácticamente sobre la base, que no la totalidad, de las anteriores 216ª Comandancia Rural de Cádiz y la 234ª Comandancia de Costas de Cádiz, mientras que la 337ª Comandancia Mixta de Algeciras, lo hizo sobre la anterior 134ª Comandancia de Costas de Algeciras.

Ello supondría, en el caso de las unidades ubicadas en La Línea, que todas estuvieran integradas bajo un único mando en el Campo de Gibraltar, y que en el caso de La Atunara quedara, como se verá próximamente, como única casa-cuartel la procedente de Carabineros.

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