El juez ordena el embargo de la casa del trabajador municipal Mauri Rivas

El Auntamiento no presta la ayuda jurídica prometida por la alcaldesa y el afectado tiene tres meses para salir de su domicilio

Mauricio Rivas, en una imagen de archivo.
Mauricio Rivas, en una imagen de archivo.
Rubén Almagro La Línea

02 de mayo 2013 - 01:00

El titular del juzgado número dos de los de La Línea ordenó el pasado martes el embargo y posterior desahucio de la vivienda que Mauricio Rivas posee en la calle Virgen de las Mercedes de la ciudad, donde reside con su hijo. El propietario tiene tres meses para abandonarla. Rivas, trabajador municipal, asegura que pierde su propiedad por culpa de los retrasos en los pagos del equipo de gobierno que forman Partido Socialista y PartidoAndalucista, y recuerda que mientras el PP estuvo en el poder pudo hacer frente a su hipoteca, pero desde la llegada de Gemma Araujo a la alcaldía se han acumulado hasta nueve nóminas pendientes y eso le impide efectuar los pagos.

"Estoy en estado de shock, me quedo sin casa, pero tengo que seguir haciendo frente a una parte de la deuda, no es culpa mía y me veo viviendo con mis padres, porque no van a permitir que me quede en la calle", así explicaba ayer Mauricio Rivas, que trabaja para el Ayuntamiento linense desde 1996, su estado de ánimo. Apenas habían pasado 24 horas desde que conoció que tiene tres meses para abandonar el piso en el que vivía desde hace unos cinco años.

La situación de este trabajador municipal, que incluso protagonizó un intento de suicidio y que presenta una baja por depresión, la dio a conocer Europa Sur el pasado dieciséis de abril. "Me han destruido la vida, ya nada volverá a ser igual que antes", dijo entonces.

La encrucijada era (es) tan trágica como grotesca. La financiera puso en marcha su maquinaria legal cuando Mauri, como todos le conocen, dejó de abonar el tercer recibo. En total el dinero que había dejado de aportar no superaba los 2.200 euros. El Ayuntamiento le había facilitado un reconocimiento de deudas por valor de 11.285. Desde que el pasado lunes el gobierno local hizo público que existía superávit en el balance presupuestario del pasado año aún resulta más complicado de entender que no pudiese pagarle siquiera una parte de esa cantidad para sacarle del atolladero.

Mauricio Rivas denunció en la mencionada información de mediados del mes pasado que había intentado en varias ocasiones poner al corriente de lo que le estaba sucediendo a la jefa del gobierno local, pero que ésta se había negado a recibirle.

Nada más aparecer la noticia, la número uno de la lista socialista de las pasadas elecciones salió a la luz pública para ofrecer "ayuda jurídica" al trabajador, quien de hecho días después mantuvo una reunión con Francisco Llamas, en la que éste se comprometió a colaborar con él.

"Lo único cierto es que el martes no pude ni entrar en el juicio, porque los abogados que se suponía que me iban a ayudar ni se presentaron", explica ahora Rivas. "Después de eso me encontré con ella [Gemma Araujo] y le dije que en tres meses me tiene que buscar algo para que mi hijo no se quede en la calle, porque la culpa es suya y me dijo que subía a hablar con los abogados. Pasó un buen rato, subí a ver qué pasaba y allí no había nadie, ni alcaldesa, ni abogados, ni nadie".

"No puedo entender que hablen de superávit cuando nos han pagado ahora el mes de septiembre, ni puedo entender que se prometa una ayuda y no aparezca nadie", recalca.

"Ahora dicen que si esté tranquilo, que ellos van a hacer no se qué... pero con esta gente parece claro que las palabras se las lleva el viento", acaba. "Estoy viviendo una tragedia que mucha gente está pasando en España, pero en mi caso es aún más cruel, porque yo estoy trabajando y no puedo pagar porque a mí no me pagan".

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