Un trabajador municipal pierde su casa por los impagos del Ayuntamiento
Mauricio Rivas culpa a la alcaldesa, Gemma Araujo, que según él hasta se ha negado a recibirle El afectado protagonizó un intento de suicidio
"Me han destruido la vida, ya nada volverá a ser igual que antes". Ésa es la conclusión que saca Mauricio Rivas Molina, un trabajador del Ayuntamiento de La Línea desde 1996, al que los impagos acumulados por parte del equipo de gobierno le han llevado a no poder hacer frente a la hipoteca de su domicilio de la calle Virgen de las Mercedes, que será subastada, según acredita el próximo día 30.
Mauri, como todos le conocen, señala directamente a la alcaldesa socialista Gemma Araujo como responsable de una situación que le llevó a intentar suicidarse consumiendo un bote de pastillas: "Ni entiendo ni quiero entender de política, lo único que sé es que con el anterior equipo de gobierno me debían como mucho una nómina y yo podía ir haciendo frente a la situación y ahora me deben nueve y no puedo pagar", afirma.
De baja desde hace casi un año, Mauricio Rivas, de 41 años, acredita con documentación el contencioso que ha mantenido con la entidad bancaria, que comenzó el proceso de ejecución cuando dejó de abonar tres mensualidades a razón de unos 730 euros cada una. Es decir, ha perdido su casa por dejar de pagar alrededor de 2.200 euros cuando posee un reconocimiento de deudas por parte del Consistorio, que admite que ha dejado de pagarle 11.285.
La pérdida de su vivienda familiar no es el único castigo que ha recibido este trabajador del área de Cultura por no cobrar, sino que la situación ha tenido efectos negativos en su salud: un proceso de ansiedad depresiva que le llevó primero a perder unos 60 kilos y más tarde a atentar contra su salud, según reconoce la doctora María Teresa Díaz, que habla en su parte médico de "falta de apetito, paladipsia, insomnio, dolor epigástrico, aumento del consumo de tabaco" y que el propio paciente "refiere ansiedad y depresión".
Rivas explica que en numerosas ocasiones ha tratado de conversar con la alcaldesa para exponerle su situación, pero que en todas ellas "la secretaría lo evitaba".
"Incluso se lo he pedido cuando me he encontrado con ella por la calle, pero se ha negado a recibirme, por eso digo que es la única culpable", abunda.
La situación económica, que también le ha hecho perder ya su vehículo personal, ha influido en su relación sentimental, lo que le lleva a realizar la siguiente valoración. "Es que el problema es que aunque subasten la casa quedará una deuda y mi padre, que era trabajador del Ayuntamiento pero ya está jubilado, fue quien me avaló y ahora tememos que vayan a por su casa, que es donde estamos viviendo uno de mis hijos y yo".
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