El Pleno del Ayuntamiento de La Línea debatirá este jueves a partir de las 19:00 dos asuntos que afectan al bolsillo de los lineses: la congelación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la devolución de los 7,2 millones de euros del canon del servicio del agua para abaratar el recibo. 

El equipo de gobierno linense lleva años compensando la actualización de los valores catastrales que ordena cada año el Ministerio de Hacienda con una bajada del tipo de gravamen del IBI, lo que provoca que no suba el recibo. El año pasado este gravamen se bajó del 0,95 al 0,93.

En La Línea, excepto el IBI , todos los tributos tienen el tipo de gravamen máximo permitido por ley debido a las imposiciones de los planes de ajuste a los que se ha acogido el Ayuntamiento durante los últimos años. En el caso del IBI, una nueva subida de los valores catastrales provocaría un aumento del recibo, lo que paliará el Ayuntamiento con una rebaja del tipo impositivo para que la cantidad a abonar sea la misma que los últimos años.

El Ayuntamiento ha bajado el tipo impositivo en los tres últimos años para evitar la subida del recibo del IBI. Para 2016, el gravamen bajó del 1,23, el máximo legal, al 1,017. El año siguiente se aprobó una rebaja hasta el 0,978 y en 2018 estuvo en un 0,9586.

El otro asunto que afectará para bien a los habitantes de La Línea es la devolución de 7,2 millones de euros pendientes del canon inicial por el servicio de abastecimiento del agua. El Ayuntamiento recibió 9,5 millones de euros que abonó la Mancomunidad en 2014 y debía amortizarse a favor de la empresa concesionaria Aqualia (con intereses muy elevados) en 12 años.

Con esta cancelación de la deuda, según explicaron los responsables municipales, el recibo del agua podrá bajar en hasta un 45% en los dos primeros bloques del abastecimiento, uno de los tres conceptos que forman la factura trimestral del servicio.