El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de La Línea, aprobado en 2016, ya hizo una apuesta por la creación de una zona de bajas emisiones cuando estas aún no estaban ni en proyecto. El documento recogía medidas para la reducción del tráfico en la zona centro con fórmulas muy variadas, como peatonalización, acceso solo para residentes, cierres al tráfico en franjas horarias determinadas o videovigilancia. Con este primer paso sobre la mesa, el Ayuntamiento de La Línea plantea ahora avanzar en esa zona descarbonizada con la instalación de cámaras, la creación de un aparcamiento disuasorio que impulse la movilidad en transporte público y a pie o la creación de una supermanzana en un entorno escolar que lo haga más seguro.

Esas son las propuestas que ha presentado ante el Ministerio de Transportes para acceder a una subvención de 4,6 millones de euros del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, que contará también con una aportación municipal para ejecutar el plan. El Gobierno ha puesto en marcha esta línea de ayudas para colaborar con los municipios en su obligación, recogida en la Ley de Cambio Climático, de poner en marcha zonas de bajas emisiones antes de 2023.

La Línea denominará como zona de bajas emisiones el área delimitada por la avenida de España, calle Clavel, López de Ayala y Granada. Mientras en otros municipios se establecerán limitaciones de acceso en función del distintivo contaminante del vehículo, en este caso se ha optado por eliminar el tráfico rodado, peatonalizando el centro en buena medida. Solo acceden quienes tienen una plaza de garaje en la zona. Para controlar que se respeta esa limitación, se pretende instalar cámaras de vigilancia en el acceso a las zonas restringidas.

Esta área se verá además completada con el proyecto que se va a desarrollar entre la Plaza de Toros y el Paseo de La Velada, con el que creará una supermanzana o isla ambiental que conecte estos dos espacios públicos con la creación de áreas peatonales y zonas verdes. Este proyecto, con una subvención de 1,2 millones de euros de la Junta de Andalucía a cargo de la Iniciativa Territorial Integrada, conectará a través de la calle Granada con la zona de bajas emisiones, ampliándola.

El municipio seguirá ahondando así en el objetivo declarado de lograr una mayor movilidad en vehículos no contaminantes, como bicicletas y patinetes, y a pie (acaba de aprobar su adhesión a la Red de Ciudades que Caminan). Para ello quiere habilitar una zona de aparcamiento disuasorio en el estadio Municipal, en el lugar que ya se utiliza como parking, que presenta carencias importantes en su infraestructura y equipamiento que hacen necesaria una intervención para cumplir con los estándares requeridos. Su cercanía al centro de la ciudad lo convierte en el espacio ideal para complementar las acciones de peatonalización que se están llevando a cabo y además está conectado con la línea 3 de autobús y podría hacerlo también con la 1 y la 2, de forma que cada pocos minutos se pudiese acceder a un vehículo de transporte urbano. En un futuro no será el único aparcamiento disuasorio: el nuevo Plan General prevé otro espacio similar cerca del supermercado Carrefour para seguir eliminando tráfico del centro de la ciudad.

La otra gran apuesta de La Línea en la solicitud de ayudas al Ministerio es la creación de una supermanzana en el entorno de los colegios Huerta Fava y Salesianos y el instituto Mediterráneo, a los que acuden más de 1.800 alumnos. Para facilitar la movilidad peatonal y reducir el tráfico rodado, incrementando así la seguridad de los escolares, el Ayuntamiento plantea una reordenación del tráfico en la que las calles María Auxiliadora, Jardines, Menéndez Pelayo y Pinzones pasen a tener un único sentido de circulación, creando un itinerario circular.

Como explica el técnico de Movilidad Urbana, Mariano Colorado, “la principal intervención se hará en la avenida María Auxiliadora, donde se eliminará la mediana para instalar un carril de circulación y se habilitarán estacionamientos en batería a los lados”. Se liberará también espacio para ampliar los acerados, al igual que en el resto de las calles, estableciendo medidas de calmado de tráfico y limitando la velocidad a 20 kilómetros/hora, de forma que los vehículos se vayan desplazando a otras vías. Aprovechando la actuación se modificará la red de drenaje, que es muy deficiente en algunas zonas, y se instalarán aparcabicis, mobiliario urbano y vegetación.

También se quiere poner en marcha zonas de parada de bajada y subida de los escolares conocidas como Kiss and Go, lugares seguros, debidamente señalizados, habilitados cerca de los colegios para que los padres puedan detener el coche un máximo de dos minutos para que bajen los alumnos. Normalmente cuando estas zonas están habilitadas se corta la circulación en la entrada del colegio para que los niños puedan hacer el último tramo andando, en bici, patinete o en grupos.