Enciclopedia de La Línea

Personajes ilustres, famosos y populares (II)

  • El tercer volumen de la 'Enciclopedia de La Línea' recoge biografías de personajes ilustres, famosos y populares de la ciudad

Una representación de la zarzuela ‘La linda tapada’ en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando, en 2006, dirigida por Antonio Amengual.

Una representación de la zarzuela ‘La linda tapada’ en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando, en 2006, dirigida por Antonio Amengual. / D. C.

La Encicplopedia de La Línea recoge en el tomo III las biografías de 329 personajes linenses o muy vinculados a la ciudad. Están representados casi todos los estamentos y profesionales. Contiene historias de literatos, pintores, docentes, sacerdotes, médicos, cantaores, cantantes, bailaores, compositores, músicos y toreros, además de sicológicos, locutores, deportistas y actores.

Antonio Amengual Sillero (Director teatral)

Antonio Amengual, en 2003. Antonio Amengual, en 2003.

Antonio Amengual, en 2003. / D. C.

Nació en La Línea de la Concepción el 15 de enero de 1936. Hijo de la actriz Ana Sillero, de muy joven se traslada a Barcelona y más tarde a Madrid, donde cursa estudios hasta la carrera de Derecho. Tuvo sus primeros trabajos en la administración teatral junto al productor Fernando Collado, casado con la actriz Mercedes Sillero, hermana de su madre. A los dieciséis años se inicia en el teatro con José Tamayo en la compañía Lope de Vega, en la que desempeña distintas labores, pero desde 1957 siempre como ayudante de dirección, cargo en el que permaneció durante veinte años. Con José Tamayo aprendió todos los secretos del teatro en general, y del género lírico español en particular.

Compartió su pasión por el teatro –clásico y moderno– con el género lírico, al que finalmente se dedicó en cuerpo y alma. En 1961, accidentalmente, debe pasar a formar parte de la compañía lírica Amadeo Vives, y ya no abandonaría el género por el que ha llegado a sentir auténtica pasión. En la primavera de 1974, después de veintidós años junto a Tamayo, por el que ha profesado todo el respeto y admiración posible, decidió separarse de él para formar la Compañía Lírica Española, con la que cumplió más de treinta años de labor continuada después del debut en el teatro de La Zarzuela con Luisa Fernanda.

En una trayectoria tan dilatada, Antonio Amengual dirigió una gran cantidad de conocidas obras del género lírico: Agua, azucarillo y aguardiente, El barberillo de Lavapiés, Bohemios, La Calesera, La canción del olvido, El cantar del arriero, El caserío, La chulapona, La corte del Faraón, La dogaresa, La dolorosa, Don Gil de Alcalá, Doña Francisquita, La fama del tartanero, Los gavilanes, Gigantes y cabezudos, El huésped del sevillano, Katiuska, La del manojo de rosas, La del Soto del Parral, La leyenda del beso, La linda tapada, Marina, Molinos de viento, La parranda, La patria chica, La pícara Molinera, La revoltosa, La rosa del azafrán, La tabernera del puerto, La verbena de la paloma o La viuda alegre.

Además, contribuyó a rescatar otras obras que han estado relegadas al olvido durante años, como Black el payaso, El gaitero de Gijón o Xuanón.

Y como José Tamayo hiciera en su Antología de la Zarzuela, Antonio Amengual realizó una selección de los mejores momentos de la zarzuela para su espectáculo Mosaico Lírico. Esta agrupación fue la típica y digna compañía de repertorio que no le asustó el reponer algún título nuevo cada año.

Todos estos ingredientes le han llevado a presentar unas producciones muy del agrado del público, llevando, poco a poco, la cultura musical española a todo el territorio patrio. En 1976, la Compañía Lírica Española intervino en el Festival Strauss, de Viena, con la puesta en escena de La Dolores, además de su intervención, en 1980, en la Semana Española de Lisboa con varias representaciones líricas en el teatro Säo Loviz de la capital portuguesa.

Como estrenos absolutos señalar los de La noche de San Juan (1978), de Iglesias de Souza y música de Rodrigo A. de Santiago, y Virginia Vírginis (2003), ópera cómica con libro de Luis Federico Viudes y música de Benito Lauret, ambas obras estrenadas en el Centro Cultural de la Villa de Madrid.

Antonio Amengual supo dotar a esta compañía del carácter y seriedad necesarios para crear este conjunto de estupendos artistas, porque ha sido casi un milagro lo que la Compañía Lírica Española realizó día a día, año tras año. Con puestas en escenas sencillas pero cuidadas, llevó a cabo un maravilloso trabajo de dirección y coordinación, capaz de hacer lo imposible… y, además, hacerlo bien.

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