Peligrosos almacenes ilegales en La Línea

Narcogasolineras en la playa de Levante

  • Una quincena de construcciones almacenan centenares de bidones de gasolina para abastecer a las embarcaciones de las mafias

  • Las guarderías de combustible se hallan sin medidas de seguridad, anexas a viviendas en la Atunara

Narcogasolinera en construcción en la playa de Levante, en La Línea.

Narcogasolinera en construcción en la playa de Levante, en La Línea. / Europa Sur (La Línea)

Muchas cosas han cambiado en el universo del narcotráfico en el último año como consecuencia de la enorme presión que las fuerzas de seguridad están ejerciendo en todo el Campo de Gibraltar. Las mafias han extendido sus zonas de alijo de hachís a buena parte del litoral andaluz y sur del Portugal, lo que las ha obligado a activar una nueva logística, desplazando a muchos de sus miembros a esos nuevos territorios, a buscar nuevas guarderías donde esconder la droga y a realizar trayectos más largos en las potentes embarcaciones semirrígidas, capaces de llevar varias toneladas en cada viaje.

Pero como reza el aforismo lampedusiano, toda cambia para que todo siga igual. La Línea de la Concepción sigue siendo una zona caliente y un enclave estratégico para sus actividades dada su cercanía a Marruecos y la extensión de sus playas. Los desembarcos de hachís de madrugada se han acabado, pero la actividad se mantiene frenética porque, en vez de con droga, se trasiega ahora con decenas de bidones de gasolina, necesaria de manera ingente para el suministro de las gomas que navegan durante horas entre las costas marroquíes y españolas.

Fuentes de los servicios de investigación españoles consultados por Europa Sur han contabilizado en la playa de Levante unas quince construcciones a pie de playa, o incluso dentro de ella, destinadas a almacenar combustible. Ayer, lunes, se contabilizaron no menos de cinco embarcaciones que, una vez llegadas a la orilla, fueron cargadas en apenas unos minutos con bidones. Una vez dejaron la playa partieron al encuentro previsiblemente de otras gomas, que aguardaban su llegada en un punto concreto mar adentro, localizadas por una señal de GPS.

La mayor parte de esas narcogasolineras en tierra eran hasta hace poco guarderías, almacenes destinados a albergar droga. El combustible, según las fuentes consultadas, se guarda sin prácticamente medidas de seguridad y con un gran peligro puesto que están pegadas literalmente a casas habitadas, pared con pared, como se comprueba en las imágenes adjuntas, tomadas esta misma mañana.

En ellas se observa perfectamente cómo se está construyendo con total impunidad en la playa de Levante una de esas narcogasolineras, justo al otro lado de las jardineras de hormigón instaladas hace poco más de un año para evitar precisamente que los todoterrenos pudieran acceder a la playa para cargar el hachís.

El Ayuntamiento de La Línea ya instaló bloques de hormigón en otros puntos para dificultar el contrabando de tabaco.

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