Miles de linenses se lanzaron este viernes a las calles del centro para participar, siquiera como espectadores, del encendido del alumbrado de Navidad, que no solo supone el pistoletazo de salida para los actos de celebración propios de esa fiesta sino, por la cercanía en el tiempo, también de la conmemoración del día de su Patrona, la Inmaculada Concepción, que tendrá lugar el viernes ocho de diciembre. Pocas ciudades disfrutan con tanta intensidad como La Línea del mes de diciembre.

La banda municipal de música Ciudad de La Línea llenó de sonidos entrañables las calles más céntricas, paseando entre ciudadanos que en muchos casos esperaban en las terrazas de los diferentes locales, desafiando el bajón de temperaturas que ya empieza a dejarse sentir.

En una atestada Plaza de la Iglesia, que ejerce de centro neurálgico de la tantos momentos importantes en la vida de los linenses, esperaban cientos de personas para ser testigos del simbólico encendido del árbol de luces que la cubrirá hasta pasada la primera semana del mes de enero.

Entre los asistentes, como es obvio, una amplia representación del equipo de gobierno, con el alcalde Juan Franco a la cabeza. En torno a las 20:30 la zona se llenó de luz, entre los aplausos de los asistentes, que muy pronto se tornaron en numerosos selfies para inmortalizar la jornada.

Aunque durante un rato los más pequeños corretearon por la plaza, muy pronto empezó a dispersarse el gentío. Lo que agradecieron los bares del centro, que apenas unos minutos después empezaron llenarse de público para disfrutar del comienzo del mes más festivo. La Línea ya está de fiesta. Y ya no descansa hasta el ocho de enero.