La Línea es desde este viernes una ciudad inmersa en sus días grandes. La coronación de Carmen García y Gema Jiménez como reinas juvenil e infantil de la Velada y Fiestas y el pregón de José Manuel Barrera, muy ajustado a los cánones de las fiestas populares, jalonaron la gala de apertura de los nueve días de feria y diversión asegurada que los linenses y visitantes tienen por delante.

En el ambiente se palpaban las ganas de Salvaora, el sobrenombre que los feriantes pusieron hace décadas a las fiestas linenses porque acudir a la ciudad les reportaba beneficios seguros tras otros destinos previos con vecinos menos espléndidos. Tantas ganas había que desde un buen rato antes del arranque de la gala apenas quedaban sitios libres entre las sillas de tijera instaladas en la Plaza de la Constitución.

Desde el escenario, el recordado Manuel Martínez Montoro, Manolo Aspirina, se asomó un año más a la feria pese a su marcha del mundo terrenal hace ahora unos meses. El Ayuntamiento dedicó este año el escenario al añorado linense cuya sonrisa es ya tan eterna como sus fotografías. Su puestecito con el caballo de cartón, la silla de enea y el forillo con cortinajes no estará este año en el recinto, pero sí ocupó un lugar destacado en la escenografía de anoche junto con dos grandes imágenes de Aspirina, sendas con la cámara en ristre.

La noche comenzó con la llegada de las cortes, con sus acompañantes, desde la cercana calle Real bajo los sones de Española y Gaditana. Primero subieron al escenario las representantes infantiles: Noa Fernández, Marina Rodríguez, María Victoria Duarte, María Noguera, María del Carmen Fernández, Lucía Bardelas, Leticia Ballesteros, Gala López, Estefanía Gualda, Elena Zajara, Cristina Herrera, Claudia Berral y Cayetana Domínguez como damas del cortejo de niñas encabezado por Gema Jiménez.

Justo después hicieron lo propio las damas juveniles: Ana del Rocío Delfín, Andrea González, Carmen Toledano, Lucía Abad, Lucía María Ramos, Marina Cardona, Reyes García-Fajardo, Miriam Mengod, Nora Moral y Rocío Salva. Tras ellas, Carmen García fue recibida entre aplausos y ayudada por su acompañante, quien se encargó de que la cola del traje de flamenca no rozara el suelo para que luciera perfecta durante el momento de la coronación, para el que apenas faltaban unos minutos. La actuación del grupo flamenco Acontracompás permitió dar ambiente antes de la parte más protocolaria de la gala.

El concejal de Fiestas, Juan Antonio Valle, tras coronar a la reina infantil, Gema Jiménez.

El concejal de Fiestas, Juan Antonio Valle, se estrenó en el cargo con la imposición de la corona a la reina infantil asistido por Carlos de Lara, quien cumplió anoche 45 años encargado de esta labor. La pequeña Gema Jiménez, de la caseta La Puñetera, recibió la tiara muy emocionada. Se la entregó la fallera mayor infantil, Arianna Peña Pérez, nieta de linenses que emigraron a Valencia tras el cierre de la verja con Gibraltar en 1969. “Aprovechando la conmemoración del cincuentenario del cierre de la frontera queremos rendir homenaje a los linenses que tuvieron que abandonar su tierra para buscar un trabajo lejos de su ciudad y que, como esta familia, a pesar de haber hecho su vida en otros puntos de la geografía, regresan cada año para vivir su feria”, explicó el edil antes de la gala.

El público ya aguardaba la llegada de uno de los momentos más aplaudidos de la noche, el de la imposición de la corona a Carmen García, de la caseta El Encuentro. El alcalde, Juan Franco, fue el encargado de presidir la colocación de la corona junto con la reina saliente, Carmen Picardo.

“La Línea es un pueblo que huele a sal, lleno de luz, marinero, de gente humilde y del que me siento orgullosa. Poder representar a mi pueblo es todo un orgullo, acompañada de esta gran corte”, dijo la reina, quien animó a los vecinos y visitantes a disfrutar de las fiestas.

El alcalde, Juan Franco, recuerda los 50 años del cierre de la Verja durante su intervención

Juan Franco agradeció el trabajo de todos los implicados en la organización y celebración de la feria. También tuvo palabras de agradecimiento a la concejal de Fiestas saliente, Susana González, por su trabajo en el anterior mandato. Franco igualmente hizo alusión a la conmemoración “que no celebración” de los 50 años del cierre de la verja con Gibraltar antes de dar paso en el escenario al pregonero de este año, José Manuel Barrera, muy vinculado con la feria, la Hermandad del Rocío y el mundo cofrade de linense.

Desde el atril, Barrera cumplió con la misión de anunciar el arranque de las fiestas de una manera muy ortodoxa. Con la tradicional mezcla de recuerdos de juventud, agradecimientos y un recorrido, a través de la palabra, por los lugares y sensaciones del recinto ferial.

Cacharros, tómbolas, puestos y casetas fueron ensalzados por el pregonero junto con las grandes citas de la feria como el Domingo Rociero y el Día de la Mujer, tras una introducción con apuntes sobre la historia de las fiestas y su implicación como vicepresidente de la asociación de caseteros. “Empecé en la Unión Deportiva, la caseta más grande de la feria. Mis mejores años de mi juventud pasaron con ese grupo llamado Ellos y ellas junto con los concursos de sevillanas intercasetas. Yo representaba al Linense Tenis Club con Nuria Losada. Siempre quedábamos terceros porque se repartían los primeros y segundos Loli Ponce y Andrés Losada o Enrique Ponce y Mariví Genal”, comentó.

Barrera tampoco se olvidó de los toros, otro de los elementos sin los que la Velada y Fiestas no serían lo mismo. La procesión de la Virgen del Carmen, que coincide con los festejos, ocupó la última parte de la intervención del pregonero.