La Línea

Diplomacia para un mundo mejor

  • Cinco estudiantes de Bachillerato del IES Antonio Machado participan en la primera edición en España del programa Unesmun Simularán la representación del Reino Unido en la ONU

Maletas cargadas de ilusión y sólidos argumentos. Cinco alumnos de primero de Bachillerato del IES Antonio Machado de La Línea participan desde mañana viernes y hasta el domingo 3 de abril en la primera edición española del programa Unesmun, que se celebrará en Boadilla del Monte (Madrid). Durante todo el fin de semana, estudiantes de 25 colegios e institutos de toda España pertenecientes a la Red de Escuelas Asociadas a la Unesco simularán reuniones diplomáticas al más alto nivel en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Se trata de una actividad educativa y cultural que se basa en representar el protocolo de las Naciones Unidas recreando de forma lo más fiel posible el modo en que se reúnen y negocian los distintos países del mundo para abordar temas de interés para la humanidad. Desde la formalidad en los códigos de vestimenta a las fórmulas protocolarias para relacionarse o la documentación. En países como Estados Unidos, los MUN (Modelo de Naciones Unidas) se celebran desde los años 50 del siglo pasado.

La delegación del IES Antonio Machado es una de las cuatro de toda Andalucía que toman parte en este primer encuentro nacional junto con tres institutos de Jaén, Málaga y Córdoba. "La idea del programa es que los jóvenes aprendan a negociar, a dialogar, a expresarse y a ser conscientes del mundo que les rodea. Formar a los líderes del mañana", apunta Loreto Gómez, profesora de Francés del Antonio Machado y coordinadora del programa en el centro. La organización de este primer encuentro recae en el colegio Virgen de Europa de la citada ciudad madrileña.

Cada instituto asume por sorteo una delegación diplomática y toma posición en los debates y negociaciones como si fuera el país que le ha sido asignado por los organizadores. En el caso del IES Antonio Machado, representarán al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por lo que la delegación diplomática linense tendrá representantes tanto en la Asamblea General como en el Consejo de Seguridad. Esta delegación linense estará compuesta por Irene Asencio, que ejercerá como embajadora del Reino Unido (hará las veces de coordinadora del grupo); Laura Gómez y María Luise participarán en los plenos de la Asamblea General mientras que Daniel Naom y Jairo Pozo tomarán asiento en el Consejo de Seguridad. El tamaño de la delegación (cinco, en este caso) depende de la representación que ostente el país en los cinco órganos de trabajo de la ONU.

Todos coinciden en la oportunidad que supone participar como pioneros de esta experiencia en España y en el crecimiento personal que han experimentado al prepararse para tres días de intensa actividad. Desde el pasado 9 de diciembre, cuando conocieron el país que les toca representar, no han parado. Prácticamente todos los recreos han sido utilizados por el grupo para preparar los debates e intervenciones así como para introducirse de lleno en la cultura del país y sus relaciones en el escenario mundial.

En el plantel de 25 delegaciones previstas hay países de todo el mundo como Japón, Nueva Zelanda, Rusia o Kuwait con sus respectivas delegaciones de estudiantes. Para evitar ventajas, "España" no participa.

Tras esa primera parte conjunta de preparación sobre el país, los grupos de trabajo han tenido que fijar sus posiciones para los debates previstos. En el caso del Consejo de Seguridad, se debatirá sobre el armamento nuclear. El Reino Unido del Antonio Machado defenderá una postura proclive al desarme (no tiene por qué coincidir con la postura oficial del país) y abogará por una resolución conducente a la no proliferación de este tipo de armamento. Los participantes en la Asamblea General, por su parte, abordarán la pobreza, guerras y flujos migratorios. Un asunto de plena actualidad como consecuencia de la crisis de los refugiados que atraviesa Europa y para el que propondrán un acuerdo internacional de acogida.

"Somos más conscientes de la realidad que nos rodea. Incluso iniciamos debates en casa para ver qué opinan nuestros padres y practicar", destacan los estudiantes, con un perfil muy diverso puesto que proceden de las diferentes ramas del Bachillerato.

Estar pendientes de los Telediarios y los periódicos les ha llevado a ser conscientes de que la escalada de Donald Trump hacia la presidencia de Estados Unidos puede tener consecuencias impredecibles para la geopolítica. O que el dictador norcoreano Kim Jong-un no es un personaje para tomar en broma dado que bajo sus dedos se encuentra el botón de activación de un importante arsenal nuclear. "Nos ha hecho sentirnos más maduros", resumen.

En Boadilla del Monte todo está preparado. El viernes 1 tendrá lugar la llegada de las diferentes delegaciones y la ceremonia de bienvenida. Los embajadores y delegados por órganos celebrarán encuentros de presentación y tendrán lugar las primeras reuniones de trabajo.

Al día siguiente, tras la inauguración, se celebrarán las sesiones siguiendo el mismo esquema de trabajo que en la ONU: seis sesiones (cuatro el sábado y otros dos el domingo) con los discursos, debate, caucus, asociación de países con postura similar, anteproyecto de las resoluciones, debate, enmiendas y votación. "Todo tiene que estar perfectamente preparado. Llevamos semanas practicando cómo hablar en público. Es otra de las cosas que estamos sacando de esta experiencia", destaca el grupo, además de poder conocer a otros estudiantes de su edad de todo el país y sentirse parte de una experiencia que, sostienen, ya forma parte de su recorrido vital. La participación es voluntaria, por lo que este esfuerzo nace de su vocación e inquietud por el mundo que les rodea.

El profesorado tiene vetado el acceso a las mesas y reuniones de trabajo con el fin de aportar el máximo realismo posible al encuentro y para fomentar la autonomía personal. El trabajo de estas reuniones, no obstante, no se quedará en Madrid. Todas las resoluciones y acuerdos que se adopten serán enviados a la ONU con el fin de que la institución internacional conozca el posicionamiento de los jóvenes del planeta. A fin de cuentas, en las manos de las generaciones venideras recaerán la diplomacia y las relaciones internacionales en un futuro no demasiado lejano.

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